Han pasado 365 días. Los tres sobrevivientes Ruschel, Follmann y «Neto», cada uno desde su sitio, aún pelean por reconstruir su vida, que jamás volverá a ser como antes.
Solo seis de las 77 personas que viajaban en el vuelo 2933 de la polémica empresa LaMia lograron sobrevivir al choque contra el Cerro Gordo. Tres de ellos eran futbolistas. El lateral Alan Ruschel fue el primer jugador hallado por los rescatistas, luego apareció el portero Jackson Follmann y, por último, socorrieron al defensor Hélio «Neto» Zampier. Mientras que 19 compañeros suyos perdieron la vida, ellos volvieron a nacer.
Salir vivo de un accidente aéreo de semejante magnitud es prácticamente lo mismo que resucitar. Aquella dramática madrugada, los tres comenzaron su lucha por sobreponerse a uno de los peores accidentes de la historia del deporte, en el que también sobrevivieron dos tripulantes y uno de los periodistas que viajaban con el humilde equipo brasileño que soñaba con conquistar la Copa Sudamericana y se topó con la catástrofe.
Han pasado 365 días. Ruschel, Follmann y «Neto», cada uno desde su sitio, aún pelean por reconstruir su vida, que jamás volverá a ser como antes. Hay un imborrable y duro recuerdo de aquel accidente que lo cambió todo. A un año de rozar la muerte, son ejemplos de lucha y superación