Es el más frecuente a nivel mundial. Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, se registran 71 casos cada 100.000 mujeres.
La mejor prevención es la detección precoz. Si se detecta la enfermedad en estadios tempranos, un 90 % de los casos son curables.
La mamografía es el estudio que permite hallar lesiones en estadios tempranos para encarar un tratamiento que permita la curación.
Si se detecta la enfermedad en estadios tempranos, un 90 % de los casos son curables.
Adoptar hábitos de vida saludables, como no fumar, evitar el consumo de alcohol en exceso, mantener una dieta rica en frutas y verduras y hacer ejercicio, contribuye a prevenir el cáncer de mama.
Los antecedentes familiares aumentan entre dos y tres veces el riesgo de tener cáncer de mama.
Para lograr un éxito en la detección precoz de esta enfermedad, se debe crear conciencia sobre la importancia de los controles médicos anuales en la población femenina.
Ginecólogos sugieren que todas las mujeres a partir de los 40 años deben hacerse una mamografía en forma anual. Si hay antecedentes, visitar a su médico de confianza antes. La mejor prevención es la detección precoz y la consulta con su médico de confianza.
Fuente Instituto Nacional del Cáncer