Un gendarme que participó del operativo realizado el 1 de agosto en la ruta 40 cerca de Esquel reconoció que hirió a un manifestante que cruzaba el río Chubut durante el desalojo de una protesta mapuche en la que se denuncia la desaparición de Santiago Maldonado.
Según la versión, el gendarme Neri Armando Robledo reconoció en un interrogatorio de la Gendarmería que le dio un «piedrazo» en la «espalda» a una de las personas que escapaban por el río.
El Gobierno envió el testimonio al juez federal Guido Otranto, que investiga la desaparición de Maldonado.
Según se publicó en La Nación, la declaración se incorporó tardíamente porque el gendarme había tomado licencia tras el operativo.
En la misma línea, el diario publicó que los sargentos César Peralta y Walder Ruiz Díaz declararon que luego del operativo escucharon a Robledo contar que había herido a un manifestante, que, según él, fue ocorrido y arrastrado a la otra orilla por dos manifestantes.
Se prevé que Robledo, Peralta y Ruiz Díaz declararen hoy ante Otranto.
Otro testimonio indicó además que al menos un gendarme agredió a los manifestantes en el operativo donde testigos aseguran que se encontraba Santiago Maldonado.
Paralelamente, los investigadores comenzaron a orientar también sus sospechas sobre el subalférez Emmanuel Echazú, quien estuvo en la primera línea del operativo y fue gravemente herido de una pedrada cuando ingresó al territorio ocupado en Cushamen.
Echazú sufrió doble fractura de mandíbula, según reconoció el jefe del operativo Fabián Méndez.
Golpeado y herido, se cree que pudo haber tenido una motivación para perseguir y golpear a uno de los manifestantes. Por ahora, no hay pruebas concretas para sostener esta hipótesis.
Fue el encargado de labrar el acta de todo lo sucedido ese día.