Tres miembros de la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen aportaron su testimomio en la Justicia. Uno de ellos vio a varios gendarmes golpear a una persona, subirla a un camión y luego a una camioneta. La reconoció como Santiago por la campera.
“¡Tenemos a uno!”. El aviso a los gritos lo dio un agente de la Gendarmería a otros que corrían tras los pasos de un grupo de integrantes de la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen, en Chubut. Señalaba a Santiago Maldonado que se había quedado sin poder cruzar el río, aferrado a las raíces de un árbol con el agua hasta las rodillas. La escena fue descripta por un testigo que declaró el fin de semana bajo reserva de su identidad. Otro dijo que desde la orilla opuesta pudo ver a varios gendarmes golpear a una persona, subirla a un camión Unimog y luego a una camioneta. La reconoció como Santiago por la campera que llevaba puesta. Una mujer testimonió sobre la presencia del joven, que había ido a dar apoyo a las protestas mapuches.
Las tres declaraciones arrojan datos fundamentales: no sólo afirman la presencia de Maldonado en el lugar, que había sido puesta en duda por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sino la vinculación de los gendarmes con los últimos momentos en que fue visto y que el Gobierno hasta ahora insistió en cuestionar. Recién ayer –cuando se cumplieron dos semanas de la desaparición– entregó, tras una intimación judicial, los nombres de los uniformados que actuaron en el lugar, aunque tampoco está claro si la lista está completa.
En Telediario Federal, dialogamos con Andrea Millañanco, vocera del Pu Lof en Resistencia, que nos contó detalles de lo sucedido.