Para el INDEC afecta a casi el 46%, pero la UCA toma en cuenta la vivienda, la alimentación, la atención en salud, el acceso a la educación, entre otros factores.
El INDEC calculó para el segundo semestre del 2016 que el 45,8% de los niños menores de 14 años vive en hogares cuyos ingresos están por debajo de línea de pobreza. En tanto, para la UCA (Universidad Católica Argentina) en base a un análisis que considera el acceso insuficiente o inadecuado de las familias a alguna de las necesidades básicas, como alimentación, vivienda, asistencia médica, saneamiento o educación, la pobreza “multidimensional” entre los niños y adolescentes de 0 a 17 años alcanza hasta el 58,7%. Son 7,6 millones de chicos, de acuerdo al Estudio del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la UCA.
El estudio, explica que, además de los bajos ingresos de los hogares pobres, «la desprotección social que supone la situación de pobreza expone a los niños y adolescentes a múltiples vulnerabilidades: habitacionales, nutricionales, enfermedades, accidentes, explotación, violencia, discriminación y acceso insuficiente o inadecuado a la vestimenta, el calzado, la asistencia médica pero también a la estimulación emocional, intelectual y social. Es por ello, que se valora específicamente el enfoque de derechos y la perspectiva multidimensional como medida desde donde definir la pobreza.
El Estudio señala que, la tasa de privaciones alcanza hasta 58,7% de los niños y adolescentes. “Esto significa que casi 6 de cada 10 niños/as en la Argentina urbana experimentaban privaciones en al menos una de las seis dimensiones bajo estudio”. Con relación a 2010, hubo una mejora ya que del 63,7% bajó al 58,7% en 2015 y se mantuvo en ese porcentaje durante 2016. Mientras “la situación de pobreza en carencias que se consideran especialmente graves –porque sus consecuencias adversas son de difícil reversión-, también bajó del 23,8 en 2010 al 14,8% en 2016”.