El «francés» Miguel Rohrer quedó virtualmente desvinculado de la investigación por el crimen de Nora Dalmasso al dar negativo el cotejo de su ADN con 14 muestras recogidas en la escena del homicidio. Así lo confirmó el fiscal de Instrucción Daniel Miralles.
En conferencia de prensa, Miralles precisó que el pasado jueves recibió en Córdoba el informe de medicina forense. «De 14 muestras analizadas, ninguna se corresponde con la de Rorhrer. Antes, también había dado negativo el cotejo con el pelo encontrado en la escena del hecho», precisó.
En este caso, Rohrer fue sometido al análisis con las muestras que comprometen al viudo Marcelo Macarrón, único imputado por el crimen. Se trata del cinto de la bata y la zona genital de la víctima, entre otros lugares claves.
«Esto implica que no hay evidencia de Rohrer en la escena del crimen y queda prácticamente desvinculado», afirmó.
Miralles confirmó que pidió un informe del Gabinete de Recontrucción Criminal de la Policía, que sería entregado después del receso de julio.
«Después de este último informe voy a hacer la evaluación final de todos los elementos de prueba y emitiré una resolución», precisó Miralles, en lo que resultó un anticipo de la elevación a juicio de la causa.
«Lo desvincula totalmente»
Federico Guerrieri, abogado de Miguel Rohrer, había confirmado semanas atrás que dio negativo el estudio de ADN que le hicieron al productor agropecuario en el cotejo con el cabello hallado sobre el cuerpo de Nora Dalmasso, la mujer asesinada el 25 de noviembre de 2006 en la villa Golf.
Guerrieri indicó que llegó la primera parte de los estudios encomendados por el fiscal Daniel Miralles en diciembre
y confió en que esto desvincula «totalmente» a Rohrer del fatal episodio.
«Estoy más que tranquilo» había señalado «el francés» cuando se sometió a la prueba de ADN. «Mi familia y yo estamos absolutamente tranquilos, estas son enseñanzas que te da la vida. Chicos, felices fiestas y Navidad para todos», lanzó el empresario ante los periodistas.
Añadió que «en esta historia se hizo un culebrón mexicano donde se involucró a mucha gente». «Yo no tengo nada que ocultar, estaba a 600 kilómetros. La única opinión que hay que escuchar es la de la Justicia», aseveró.
Miralles decidió cotejar el ADN del empresario Miguel Rohrer y de otras personas que ingresaron a la vivienda de la Villa Golf el día del hallazgo del cuerpo, con los rastros obtenidos en la escena del crimen que no pertenecen a Marcelo Macarrón.
La Fiscalía del Cuarto Turno decidió ordenar una prueba de ADN a Rohrer luego de que se determinara que el pelo hallado junto a la mano de la víctima no le pertenece a Nora, ni a su esposo. Además, hará un cotejo con un hallado en el cinto de la bata con que estrangularon a Nora Dalmasso y que tampoco es de Macarrón.
La medida había sido solicitada por el abogado defensor del viudo, Marcelo Brito, y es otro eslabón que busca cerrar Miralles antes de elevar a juicio la causa.
Declaración
El pasado 8 de abril, Rohrer se presentó ante el fiscal Daniel Miralles y declaró durante tres horas en el despacho tribunalicio. El empresario intentó hacer caer la hipótesis de un vínculo económico con el viudo de Nora Dalmasso, Marcelo Macarrón. Era una de las hipótesis que fundamentaba la presunción de un móvil financiero en el crimen de la mujer, ocurrido el 25 de noviembre de 2006.
En el texto al que accedió TD Digital manifestó que «en otro medio se publicó que integraba un pool de siembra con Marcelo Macarrón» y añadió: «Nunca tuve ningún negocio con el nombrado, ni ese ni ningún otro, lo cual también puede probarse». Rohrer había pedido ser imputado si el fiscal cuenta «con algún elemento de convicción» en su contra.
«Hace 9 años declaré en esta causa como testigo. Allí expliqué todo lo que sabía en relación al trágico y lamentable asesinato de Nora Dalmasso. En aquel momento debí enfrentar falsas versiones… Creí que todo había terminado. Ahora, nueve años después vuelve a repetirse la misma pesadilla», señaló.
Luego, agregó: «no tengo certezas, porque nunca fui parte en la causa, pero descarto que en aquel momento se habrá verificado la exactitutd de todo lo que dije…»
«El día del crimen me encontraba en Buenos Aires y si alguna celda de telefonía celular se activó en Río Cuarto, no fue la mía. Entonces me desempeñaba como gerente general de la firma «Del Monte», la cual tenía asignada una flota de varios celulares. Si alguno de ellos se activó habrá sido el que utilizaba algún otro dependiente de la empresa…», indicó.
«Señor fiscal no tengo absolutamente nada que ocultar», dijo el empresario quien lanzó: «Si hubiera algún elemento de convicción que amerite sinceramente mi convocatoria como imputado, entonces requiero me sea impuesta de inmediato, para poder ejercer mi derecho de defensa, demostrar mi completa inocencia y terminar de una vez con esta infame diatriba, que tanto daño me hace, a mi y a mi familia».
En el párrafo final señaló: «si hiciera falta a criterio del fiscal que me someta a un estudio de ADN para realizar un cotejo con los restos genéticos hallados en la escena del crimen, no tengo ningún inconveniente en hacerlo».
En la declaración ante Miralles, que se realizó en la mañana del jueves, Rohrer no fue consultado sobre las escuchas aportadas por el juez federal Senestrari y que complicarían su coartada sobre qué hizo la noche del crimen.