La cooperativa láctea SanCor está cumpliendo alo solicitado por el Gobierno nacional para recibir los $450 millones necesarios para sanear parte de su situación financiera. En una asamblea extraordinaria sus directivos decidieron avanzar con el plan de reestructuración que incluye, entre otras cuestiones, la venta de varias de sus plantas de producción, conformación de un fideicomiso financiero para administrar el préstamo oficial y «la incorporación de un socio estratégico». Este último punto habla lisa y llanamente de la posibilidad concreta de que los activos que queden luego de la reestructuración pasen a manos de terceros y según dejaron trascender ya están iniciadas las negociaciones.
SanCor cuenta con 15 establecimientos industriales, de los cuales ya se avanzó con el plan para vender los localizados en Centeno (Santa Fe) Moldes (Córdoba) y Brinkmann (Córdoba), y ahora, luego de lo definido en la asamblea, se sumarán Charlone (Buenos Aires) y Ceres (Buenos Aires).
A la par la cooperativa resolvió venderle a Vicentín el 10% que retenía de su unidad de negocios dedicada a la producción y comercialización de yogures, postres y flanes. En junio del año pasado Vicentín había comprado el 90% de este negocio por el que desembolsó u$s100 millones y con esta operación logró ingresar por la puerta grande al egocio lácteo.
En este contexto, justamente, Vicentín es una de las empresas que suena como interesada para quedarse con la operatoria de SanCor, pero no es la única y por supuesto, en todos los casos es necesario antes sanear y por sobre todas las cosas, achicar la estructura. Actualmente la nómina de empleados asciende a alrededor de 4.000 y con la venta de cinco de sus plantas de producción -en un comienzo- debería llegar a menos de 2.000.
Otro punto clave que se resolvió fue «la regularización gradual de los pagos pendientes», aquí se busca acortar los plazos de pago a los tamberos para volver a recibir un nivel óptimo de materia prima. Sucede que cuando se desató la crisis financiera, la firma comenzó a atrasarse en los pagos por lo que muchos tamberos resolvieron venderles su producción a otras industrias. Ahora se buscará recuperar terreno, en un contexto de escasa oferta de materia prima.
Por lo pronto, la compañía ya recibió $250 millones de los $450 millones que prometió el Gobierno y ahora busca agilizar los pasos necesarios para recibir el dinero restante y seguramente en las próximas semanas aparecerá el tan buscado «socio estratégico».