En el marco de la investigación por el crimen de Claudia Muñóz, el fiscal Fernando Moine ordenó realizar distintos procedimientos sustentados en la hipótesis de la extorsión con resultados negativos.
Varios testigos apuntaron a la hipótesis que el fiscal buscó profundizar en los operativos aunque no se encontraron elementos para ordenar detenciones. La presunción – que surgió incluso de personas cercanas a la víctima-, indicaba que Claudia habría recibido pedidos extorsivos de dinero antes del homicidio.
La pista señalaba a una mujer oriunda de Buenos Aires, aunque las sábanas con los registros de los últimos movimientos del celular de Muñoz no confirmaron el contacto. Luego se realizó un allanamiento en Carlos Casares, la ciudad donde reside la sospechosa, pero no se pudo determinar que haya estado en Río Cuarto el día del crimen. Tampoco encontraron registros de movimientos bancarios.
El fiscal Fernando Moine sostuvo que aunque «no se encontraron elementos convictivos» en la hipótesis de la extorsión vinculados a la mujer oriunda de Buenos Aires, «no se descarta nada».