Por Martín Urricelqui – Vanesa Ghigliano vive en Buchardo, en el sur de la provincia de Córdoba, pero se desempeña como docente en Santa Regina y Coronel Charlone, en la provincia de Buenos Aires. Por el avance de la inundación, desde el año pasado tiene problemas para llegar a los establecimientos educativos donde trabaja, por lo que comenzó a dictar sus clases a través de Skype, para que sus alumnos no pierdan más días de clases.
Hasta ahora, Vanesa viajaba desde Buchardo a Santa Regina y Charlone en automóvil recorriendo más de 200 kilómetros (cuando en realidad, si los caminos estuviesen en condiciones, tendría que recorrer 40) y luego completaba el trayecto en auto o zorrita por las vías, o en carros tirados por tractores o en un vehículo unimog del Ejército.
La idea de dar clases por Skype significó sin dudas una alternativa, y surgió por parte de los directivos de la Escuela Secundaria Nº 3 de Charlone, quienes se lo propusieron. Vanesa vio ahí una salida para que sus alumnos no perdieran más días de clase pero principalmente para que su vocación no muera lentamente. En diálogo con Telediario, dijo: «No quiero tener como posibilidad tener que dejar esto que me gusta, para lo que me formé. Tengo esperanza de que la situación mejore y poder cumplir con mi trabajo como se debe».
El agua ha arrasado con todo. Ha dejado una región diezmada, un sistema productivo destrozado y pueblos con miedo latente, pero todavía no avanza sobre la vocación y la esperanza de personas como Vanesa, que se levantan todos los días y quieren cumplir con su trabajo y garantizar un futuro mejor para nuestros chicos.
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