Conmovedora carta de una joven violada por rugbiers: «Me robaron mi dignidad»

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La joven contó que la drogaron y luego abusaron de ella. El letrado que defiende a los hombres lanzó una respuesta aberrante: «quizás los incitó y abusó de ellos»

Foto: Gentileza Diario El Sol

La joven mendocina de 24 años que denunció una violación grupal de rugbiers volvió a romper el silencio; esta vez con una carta abierta, donde expresa: «Me robaron mi dignidad». Asimismo, la chica asegura que no le dejaron decir «no» y que «sólo una mente perversa inventaría algo así».
En un texto, donde relata el «infierno» que vive desde que se enteró que fue víctima de abuso sexual, cargó con dureza contra los deportistas, entre los cuales uno, en su declaración a la Justicia, indicó haber tenido el consentimiento de la joven para tener relaciones sexuales. «Tener que escuchar que mienten sobre lo ocurrido, que digan que yo violé a un grupo de cinco hombres, que yo busqué esto por haber ido a la fiesta y tomado alcohol, que busco prensa, dinero y mil cosas más, dignas de personas verdaderamente muy malas, poco racionales y, prácticamente, nada humanas», señaló la mendocina, quien busca que la causa avance, a pesar de lo que digan los imputados.
«Quiero y necesito aclarar que en ningún caso, ni bajo ninguna circunstancia, hubiera aceptado estar en esa horrible situación con cinco hombres. Esa noche no di mi consentimiento para nada de todo lo que pasó. Me robaron mi dignidad sin importarles nada. Solo fui una ‘cosa’ que usaron para calmar sus más bajos instintos. ‘Ellos’ decidieron por mí. No es normal que cinco hombres se acuesten con la misma mujer en tan poco tiempo y frente a personas mayores. Ya no es suficiente decir no, a mí ni siquiera me dejaron decir ‘NO'», expresó la chica en la misiva que hizo llegar a los medios.
Previo a este documento, la defensa, la querella y el papá de la víctima tuvieron duros cruces sobre lo que ocurrió la noche del 22 de diciembre en una fiesta en una casa de Chacras de Coria, en Luján de Cuyo donde el equipo de la Unión Rugby de Cuyo (URC) celebraba el triunfo del Seven de la República, disputado en Paraná. Todos los acusados quedaron libres, por no tener antecedentes, y luego de pagar una fianza personal de 150.000 pesos.
Los imputados por abuso sexual agravado son Lisandro Biffi (hijo de un reconocido diputado mendocino, César Biffi), Ignacio Ceschin, Sebastián Vanin, Enzo Falaschi, Maximiliano Filizzola y Ezequiel Pelaia, todos menores de 25 años; aunque estos dos últimos quedarían desligados del caso. Por su parte, el manager del equipo, José «Gaita» Hervida, dueño de la casa donde se realizó el evento, fue imputado por abuso sexual simple.
La carta completa

«Sólo una mente perversa inventaría algo así»

Quiero contar lo más triste que me pasó en la vida. Nunca imaginé encontrarme en esta situación tan dolorosa. Si fuera por mí, no desearía hablar de algo que tanto daño me hace, pero es tanta la presión y la impotencia, que decidí expresar un poco de lo que siento frente a tanta injusticia.

Me parece muy injusto haber ido a una fiesta a pasar un buen rato con mis amigas y que haya terminado todo tan mal como terminó, que cinco «hombres» hayan abusado de mí. Nunca me imaginé y menos sospeché que gente de mi entorno, con las cuales compartimos la misma pasión por el rugby, me traicionaran de esta manera.

Quiero y necesito aclarar que en ningún caso, ni bajo ninguna circunstancia, hubiera aceptado estar en esa horrible situación con cinco hombres. Esa noche no di mi consentimiento para nada de todo lo que pasó. Me robaron mi dignidad sin importarles nada. Solo fui una «cosa» que usaron para calmar sus más bajos instintos. »

«Ellos» decidieron por mí. No es normal que cinco hombres se acuesten con la misma mujer en tan poco tiempo y frente a personas mayores. Ya no es suficiente decir no, a mí ni siquiera me dejaron decir «NO».

Como si todo lo que pasó esa noche fuera poco, mi vida cambió y se volvió un infierno. No es solamente denunciar el hecho y listo, no. Significa someterme a miles de cosas horribles e ir a lugares donde no quiero estar. Es intentar procesar todo lo que pasó y estoy pasando, y buscarle algún sentido. Tener que escuchar que mienten sobre lo ocurrido, que digan que yo violé a un grupo de cinco hombres, que yo busqué esto por haber ido a la fiesta y tomado alcohol, que busco prensa, dinero y mil cosas más, dignas de personas verdaderamente muy malas, poco racionales y, prácticamente, nada humanas. Dicen que esto yo lo inventé, que podría sacar provecho, solo en una mente perversa, esta sea una manera. Nadie inventaría una cosa así.

Significa estar mal, angustiada, llorar todo el tiempo y de la nada, no poder sonreír con las mismas ganas y felicidad que antes lo hacía, es intentar estar bien sin poder lograrlo. Abandonar todas mis actividades cotidianas. Es tan difícil entender que la vida sigue.

No deseo semejante dolor a nadie, ni siquiera a las personas que tanto daño me hicieron y me siguen haciendo. Ojalá nunca se encuentren con una hermana, una madre, una hija, una nieta, una novia, una amiga, ni a nadie en esta situación.

Fuente: La Nación

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