Se refirió a Judit, una persona de «gran belleza y sabiduría que habló al pueblo con el lenguaje de la fe». Fue durante la habitual audiencia general de los miércoles.
El papa Francisco afirmó que, en su opinión, «las mujeres son más valientes que los hombres» al hablar durante la audiencia general sobre la figura de Judit una persona de «gran belleza y sabiduría que habló al pueblo con el lenguaje de la fe».
Se refirió de este modo a Santa Judit, heroína israelita del Antiguo, quién expuso valientemente su vida para obtener la libertad para su patria, Israel, y la libertad para su religión. «La valiente Judit -recordó este miércoles el Papa- se acercó al jefe del ejército y logró cortarle la cabeza, decapitarle. Fue valiente en la fe y en sus obras».
Sobre ella dijo que «nos muestra a una mujer llena de fe y de valor, capaz de orientar a los hombres y mujeres de su tiempo, que se enfrentaban a una situación límite y desesperada, hacia la verdadera esperanza en Dios».
Invitó a los católicos a, como ella, «mirar más allá de las cosas del aquí y el ahora, y descubrir que Dios es un Padre bueno que sabe todo lo que nos hace falta mejor que nosotros mismos».
También dijo: “Si hacemos algo de memoria cuántas veces hemos escuchado palabras sabias, valientes de personas humildes, de mujeres humildes, que uno piensa, sin despreciarlas, que son ignorantes. Pero son palabras de la sabiduría de Dios”, dijo.
“Las palabras de las abuelas. Cuántas veces las abuelas saben decir la palabra justa, la palabra de la esperanza, porque tienen la experiencia de la vida, han sufrido tanto. Confiaron en Dios y el Señor les da este don de darnos este consejo de esperanza”, agregó.
En el marco del ciclo de catequesis sobre la esperanza cristiana, el papa Francisco puso como ejemplo al personaje bíblico de Judit para representar la valentía de las mujeres y la esperanza que dan al mundo.
Judit “nos enseña que, ante las situaciones difíciles y dolorosas, el camino a seguir es el de la confianza en Dios, y nos invita a recorrerlo con paz, oración y obediencia, haciendo también todo lo que esté en nuestra mano para superar estas situaciones, pero reconociendo siempre y en todo la voluntad del Señor”, sostuvo.
El papa Francisco aseguró que como ella, “tenemos que mirar más allá de las cosas del aquí y el ahora, y descubrir que Dios es un Padre bueno que sabe todo lo que nos hace falta mejor que nosotros mismos”.
Así invitó a pedir a Dios todo lo que necesitamos, “pero siempre con la humildad necesaria para reconocer su voluntad y entrar en sus designios, aunque a veces no coincidan con los nuestros, pues Él es el único que con su amor puede sacar vida incluso de la muerte, conceder paz en la enfermedad, serenidad en la soledad y el consuelo en el llanto”.
En sus saludos en español a los peregrinos de España y Latinoamérica dijo: “los invito a todos a que, conscientes de que el amor de Cristo nos apremia, no dejen nunca de rezar para que los cristianos trabajemos, con respeto fraterno y caridad activa, por llegar a la tan deseada unidad”.