El edificio, ubicado en la región de los Abruzos en Italia, quedó bajo la nieve luego de los cuatro terremotos de más de cinco grados que sacudieron al país.
Los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos llegaron con esquíes al lugar y rescataron a dos de los huéspedes que se encontraban fuera del hotel durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.
«Socorro, nos estamos muriendo de frío dentro del hotel», escribieron a los socorristas Giampiero Parete y Fabio Salzetta, los primeros en ser rescatados.
Parete, según refiere la edición online de Corriere, aseguró a los rescatistas que quedaron atrapados dentro del hotel su mujer y sus dos hijos.
Según la Protección Civil del Municipio de Penne, en la provincia de Pescara, a última hora del miércoles eran 22 los huéspedes registrados, más siete miembros del personal del hotel resort.
El hotel se encuentra en el macizo del Gran Sasso, a unos 1.300 metros de altura y a 170 kilómetros al noreste de Roma, en la cordillera de los Apeninos, una zona de Esquí que, además de las fuertes nevadas de los últimos días, el miércoles se vio afectado por los sismos que hicieron temblar al centro de Italia.
La avalancha que sepultó al hotel se debió «muy probablemente a la sucesión de eventos sísmicos» de más de 5 grados originados en el centro Italia y se sintieron incluso en la capital Roma, aseguró esta mañana a la RaiNews Carlo Meletti, responsable del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).
«Debemos esperar y ser conscientes que estos fenómenos seguirán varios años», agregó.
El miércoles, cuatros terremotos de más de cinco grados, tres de ellos en apenas una hora, y originados en la misma zona que el sismo que dejó casi 300 víctimas en agosto pasado, provocaron una victima y algunos derrumbes en todo el centro del país.
Durante la noche, además, se registraron 80 réplicas mayores a 2 grados, incluidas dos de 3.5 en la escala de Richter, informó el INGV.