Una fuerte polémica generó en la Terminal de Omnibus la suspensión de un viaje de egresados en el que debían viajar estudiantes de los colegios Santa María Goretti e Industrial hacia la ciudad brasileña de Camboriú.
El conflicto se desató anoche, poco después de las 22, cuando los padres de los alumnos cuestionaron el estado del colectivo que debía trasladarlos hacia el balneario.
Los estudiantes habían adquirido el paquete turístico a través de la firma Carlos Garro Travels, que se comprometió a reprogramar el viaje para esta noche y compensar la jornada perdida.
Según se informó, 5 colectivos «estaban en buen estado, pero había uno que no estaba en las mismas condiciones y tenía las cubiertas gastadas».
Un grupo de alumnos resolvió no subir a la unidad y otros afectados pidieron que se concretara un ITV. Ante la ausencia de técnicos, convocaron a Gendarmería. Los agentes advirtieron que «en esas condiciones no era posible viajar».
Finalmente, durante la mañana la empresa turística prometió reprogramar el viaje para esta noche y cumplir «con la totalidad del servicio ofrecido».