Ese ritmo de expansión de los compromisos del estado, de los cuales un tercio corresponde a obligaciones con el resto del mundo y dos tercios con residentes en el país.
En el tercer trimestre la deuda pública nacional, tanto interna como externa, se incrementó en unos USD 6.500 millones, a USD 264.623 millones, producto de las necesidades de financiamiento de la nueva obra pública y las persistencia de un elevado déficit fiscal.
Ese ritmo de expansión de los compromisos del estado, de los cuales un tercio corresponde a obligaciones con el resto del mundo y dos tercios con residentes en el país, equivale a más del doble del nuevo endeudamiento bruto desde que asumió el Gobierno que fue de USD 10.630 millones.
De ahí las advertencias que cada vez de modo generalizado hacen los economistas, no sólo los profesionales y más aún de la oposición, sino también dentro del oficialismo, donde participan expertos de diferentes orígenes políticos.
Más aún cuando se advierte que el PBI no sólo no creció, sino que incluso se mantiene en la senda descendente, más aún cuando se lo mide en moneda extranjera, por efecto de la depreciación del peso, esto es suba del tipo de cambio por dólar.
Según el anterior informe completo, al segundo trimestre, las autoridades de la Secretaría de Finanzas, a cargo de Luis Caputo, estiman que el PBI cayó al equivalente a unos USD 464 mil millones. Con esa referencia, la deuda pública total ascendió al cierre de septiembre a 57%, y se reduce a 52% si sólo se considera la deuda a vencer, sin considerar la no presentada a los últimos canje de deuda y los valores negociables vinculados al PBI.
En ambos casos, se trata de proporciones que significaron un salto de unos 16 puntos porcentuales del PBI, desde el mínimo histórico de 2011.