Pilar. El caso, descubierto el año pasado, tuvo repercusión en todo el país por el sadismo de los asesinos. Incluso se dijo que hubo canibalismo con las víctimas.
Dos hermanastros, que además eran pareja, irán a juicio oral acusados de haber asesinado y calcinado a sus padres en una casa de la localidad bonaerense de Pilar el año pasado, pese a que una pericia psiquiátrica revela que el joven es un psicótico inimputable y que la chica había sido beneficiada en su momento con una falta de mérito.
Se trata del doble parricidio de Pilar que fue descubierto el 13 de septiembre de 2015 cuando a raíz de una denuncia por paradero, la Policía allanó la casa familiar situada en Sarratea 2726 de Manuel Alberti, y allí encontró restos humanos quemados de las víctimas, Ricardo Ignacio Klein (54) y Miryam Esther Kowalczuk (52).
Luego, en un baldío ubicado a ocho cuadras de la casa, se hallaron 16 bolsas con cenizas, huesos y más restos humanos calcinados.
Los imputados son Leandro Yamil Acosta (27) -hijo de la mujer asesinada- y Karen Daniela Klein (23) -hija del hombre muerto-, quienes además de ser hermanastros eran pareja al momento de los hechos.
La fiscal Laura Zyseskind, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de San Isidro, formuló la requisitoria de elevación a juicio para que ambos sean juzgado por el delito de «homicidio agravado por el vínculo», que prevé una pena de prisión perpetua.
Pese al dictamen forense, la fiscal Zyseskind requirió el juicio para Acosta para que sea un tribunal oral el que determine en un debate, con todos los peritos, si el acusado es o no imputable.
En el caso de Karen, en su momento fue beneficiada con una falta de mérito, ya que declaró que ella sólo fue testigo de los crímenes de sus padres y que si no había denunciado nada era porque estaba amenazada por Acosta, pero la fiscal Zyseskind también optó por mandarla a juicio para que sea un tribunal el que defina si tuvo o no algún grado de participación.
Según la declaración de Karen, el doble parricidio ocurrió alrededor de las 8.30 del 2 de septiembre de 2015, cuando los mellizos de 11 años, hijos de las víctimas y hermanastros de los imputados, no estaban en la casa porque Kowalczuk los había llevado al colegio.
La joven contó que Acosta ejecutó a su padre de un tiro en la cabeza cuando estaba en su cama y a su madre de tres disparos cuando llegó del colegio y que luego se deshizo de los cuerpos haciendo varias fogatas.