Los lugares anegados en el partido del noroeste de la provincia de Buenos Aires, donde las inundaciones afectaron el 70 por ciento del distrito, mostraban un paisaje desolador que revelaba el nivel de perjuicio que sufrieron los cultivos y el ganado de la zona.
Aunque las lluvias cesaron, el agua continuaba esta tarde inmóvil cubriendo los campos ante la desesperación y el temor de los productores frente a la pérdida de la siembra, mientras el gobierno bonaerense declaró hoy la emergencia agropecuaria y el Banco Provincia decidió otorgar créditos a tasa cero a los damnificados.
«El ganado fue trasladado a otros campos, acá está todo inundado, las ovejas estuvieron casi dos semanas arriba de unos camiones y ahora las llevaron a otro campo que tiene partes que no están anegadas, y también se llevaron a los chanchos porque se murieron dos», contó Leandro Giménez, el encargado del predio de la Sociedad Rural, durante una recorrida de Télam por la zona.
En las inmediaciones de General Villegas por la ruta 33 está la escuela agraria N°1 ‘Nelly Brown de Emerson’, que se encuentra totalmente inundada: «Para poder seguir con el funcionamiento normal de las clases nos trasladamos a las instalaciones de la escuela profesional» ubicada en el casco urbano, explicó la directora.
Por su parte, el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación bonaerense (Suteba), Roberto Baradel, que recorrió la zona, confirmó a Télam que «hay una gran movilización del sector educativo que brinda ayuda a quienes conocen mejor que nadie, a sus alumnos y familias».
Ellos «acercan donaciones y ayudan a estas familias que están aisladas por el agua», dijo el dirigente y se refirió a la situación de las escuelas rurales, con «establecimientos que se encuentran aislados, donde los 554 alumnos que componen la matrícula no pueden llegar».
En este sentido dijo que la Escuela Agropecuaria N°1 quedó aislada por el agua y sufrió entre otras pérdidas materiales «el tambo, que es su principal ingreso, para lo cual se gestionó un subsidio de 500.000 pesos para que puedan reparar las instalaciones y colaborar con la reconstrucción.
En tanto en la ciudad, que no llegó a ser afectada por las lluvias, la vida continuaba su movimiento normal con los negocios abiertos, los colegios funcionando, los chicos en las plazas.
No obstante en «Eclipse», un club de la ciudad que funciona como centro de evacuados, la realidad es otra: allí están unas 15 familias que debieron abandonar sus viviendas del paraje Elordi, alejadas a unos 10 kilómetros de los barrios de General Villegas, y donde Defensa Civil local y la Red Solidaria realizan tareas de ayuda humanitaria.
«Estamos desde el jueves pasado acá porque el agua entró a la cocina y a las piezas; somos mi marido y yo y seis hijos; esto es desesperante porque mi marido vive de changas y ahora ni siquiera de eso puede trabajar, yo me vine con dos de mis hijas al centro de evacuados y mis otros 4 chicos están internados en la escuela técnica», dijo Josefa Hidalgo, de 38 años, una de las evacuadas en el club.
Y relató: «Con mi marido nos vinimos hace ya 11 años de Corrientes por un trabajo que consiguió él y que después tuvo que dejar por el maltrato que sufría. Queríamos una vida mejor para nuestros hijos y desde que vinimos la estamos luchando», afirmó la mujer.
Una situación similar afronta en el mismo lugar Analía Hernández, de 41 años.
«Estamos acá desde el lunes con mis tres hijas; a mi papá lo tuvimos que llevar al asilo de ancianos municipal y mi marido se quedó cuidando los pocos animales y las pocas cosas que tenemos», explicó.