Intendentes y la UNRC reclaman a la Provincia la pavimentación de ruta 23

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El recorrido, que comprende 48 kilómetros de esa parte de los departamentos Río Cuarto y Calamuchita, incluye además el paraje El Cano, Río de los Sauces y los accesos al Cerro Colorado, Villa Cañada del Sauce, Villa Tronsquil y Las Caleras de Calamuchita.

PRENSA UNRC – Para impulsar el turismo en la Sierras del Sur, piden que se complete el tramo de 48 kilómetros que une Alpa Corral con Cañada de Álvarez, además del acceso a la localidad de Las Albahacas

En representación de la Red Regional de las Sierras del Sur de Córdoba, el rector de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Roberto Rovere y los intendentes y jefes comunales de Achiras, Jorge Otamendi; de Las Albahacas, Carlos Murúa; de Alpa Corral, María Nélida Ortiz; de El Chacay, Juan Carlos Ávila, de Río de los Sauces, Néstor Gigena; y de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, pedirán al gobernador de la Provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, que amplíe la pavimentación de la ruta provincial nº 23, en el tramo que une Alpa Corral con Cañada de Álvarez.

El recorrido, que comprende 48 kilómetros de esa parte de los departamentos Río Cuarto y Calamuchita, incluye además el paraje El Cano, Río de los Sauces y los accesos al Cerro Colorado, Villa Cañada del Sauce, Villa Tronsquil y Las Caleras de Calamuchita.

Los solicitantes requerirán una audiencia al mandatario provincial para presentarle, en su próxima visita a la ciudad de Río Cuarto, esta demanda a través de una carta que lleva las firmas de la autoridad universitaria y los mandatarios municipales.

El secretario de Extensión y Desarrollo de la Universidad, Pedro Ducanto, dijo que el marco en el que la UNRC se involucra es el de la preservación de las sierras del Sur de Córdoba, del ambiente y de la cultura”.

Comentó: “Estamos trabajando con intendentes de las zona serrana, a partir de considerar que es una región muy vulnerable comparativamente con lo que es la parte de más hacia arriba, como es Calamuchita o el Valle de Punilla”. Y agregó: “En búsqueda de aquello que nos unía, nos decidimos a trabajar en pos de la preservación. La gente del lugar ha definido su necesidad de desarrollar el turismo como actividad económica sustentable. Así es como se está apuntando a fomentar un turismo de tipo conservacionista, tanto del ambiente, como de lo cultural”.

Incrementar las potencialidades turísticas de los recursos naturales y culturales

En referencia a esta denominada ruta de la costa, indican que “la finalidad primera es el desarrollo territorial de la zona, reconociendo que las localidades ubicadas en la costa de las Sierras del Sur tienen como principal fuente de ingreso al turismo, tratando que esa actividad tenga una preponderancia tal que evite la posible incorporación de otras actividades económicas que vayan en contra de la preservación cultural y de los recursos naturales de la zona”.

Este tramo es la continuidad del inaugurado en 2010, que va de El Esquinzo hasta Alpa Corral y tiene una extensión de 37.07 kilómetros de pavimento. “Con ello, se logró una anhelada obra que intenta mejorar la comunicación vial entre las localidades de las Sierras del Sur de la Provincia”, señalan. Y remarcan que al momento de aquella inauguración “el gobernador Juan Schiaretti resaltó que terminar con la pavimentación de esta ruta era una necesidad de todos los habitantes del sur provincial, porque significa mayor seguridad vial y mejora la calidad de vida”; al tiempo que agregan que el mandatario “destacó que esta ruta es parte de un corredor turístico y que el hecho de que ahora esté pavimentada significará una mayor actividad turística y productiva; y, por lo tanto, mayor posibilidad de empleo para los habitantes de Alpa Corral”.

En este marco, desde la Red de las Sierras del Sur se propone la continuidad de la pavimentación de la ruta provincial 23 y el acceso a la localidad de Las Albahacas.

Se destacan como ventajas a conseguir la promoción del turismo sostenible, en armonía con la naturaleza, el fomento del desarrollo económico y la creación de microempresas comunitarias en el área; la posibilidad de cambios sociales positivos en términos de mayor tolerancia y bienestar; la generación de recursos para mantener la vida silvestre y la biodiversidad de las áreas protegidas en buen estado; el reconocimiento del área como referencia de turismo sustentable en el país y a nivel internacional; la mejora de infraestructuras para la comodidad de los visitantes y ciudadanos de la zona; la generación de empleos en la población local y el intercambio cultural entre turistas visitantes y la comunidad local.

Sin embargo, al mismo tiempo, los peticionarios advierten posibles consecuencias a prevenir, tales como la afectación a la flora y la fauna de esta ruta ecoturística, la desigualdad en el reparto de los beneficios obtenidos, la degradación de áreas protegidas en caso de no respetarse la capacidad de carga establecida en cada visita, y los efectos de contaminación en general.

Y consideran que la situación planteada debe analizarse globalmente como región “ya que los beneficios así también como los perjuicios involucran a toda la zona”.

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