Con la llegada de Pavón, la Selección se entrenó por primera vez en Río. Además, el ex velocista brasileño Robson Caetano afirmó que los corredores deben dejar de “endiosar” a Bolt para ganarle.
El seleccionado argentino de fútbol Sub 23 diseñó su primera práctica en Río de Janeiro, ya en la recta final de la preparación previo al comienzo del torneo en los Juegos Olímpicos.
El equipo argentino cumplió su segundo día en territorio brasileño, pero el primero de trabajo específico. La delegación arribó desde México, donde disputó el tercer y último amistoso de una gira por Norteamérica, empatando 0-0 con el representativo de ese país.
El conjunto albiceleste, que conduce Julio Olarticoechea, se entrenó en el predio CEFAN 2, cercano al estadio Engenhao, donde se llevará a cabo el primer encuentro oficial de la competencia ante Portugal, el próximo jueves 4.
El delantero Cristian Pavón (Boca Juniors) se unió hoy a la delegación argentina, tras haber llegado desde Buenos Aires
«Estoy agradecido por estar acá. La ilusión es muy grande», dijo el ex jugador de Talleres de Córdoba y Colón de Santa Fe que reemplazará al lesionado Manuel Lanzini (West Ham, Inglaterra).
Bajo la coordinación del ayudante de campo Pablo Calderón, los futbolistas concretaron labores físico-técnicas en circuitos.
En tanto, los guardavallas Jerónimo Rulli y Axel Werner efectuaron tareas específicas al puesto, con la supervisión del entrenador Gustavo Piñero.
El plantel argentino practicará mañana, desde las 19, en el campo de deportes del ex crack del Flamengo, Zico. La prensa acreditada podrá observar los primeros 15 minutos del entrenamiento.
«Endiosar»
El ex velocista brasileño Robson Caetano, detentor desde 1988 del récord sudamericano de los 100 metros, afirmó hoy que los corredores del atletismo deben dejar de “endiosar” al jamaiquino Usain Bolt y dedicarse a pensar en cómo vencerlo, para lograr una superación profesional.
“No podemos hacer de la idolatría hacia Bolt una barrera para no ganarle”, dijo en una entrevista con Télam el ex velocista cuyo récord sudamericano de 10 segundos en 100 metros, logrado en el Iberoamericano de México 1988, aún no fue superado.
Caetano, vencedor de dos medallas de bronce olímpicas, en los 200 metros de Seúl 88 y en los 4×100 de relevos en Atlanta 96, va en contra de la corriente dominante en el mundo del atletismo, donde los participantes más jóvenes tienen a Bolt como su referencia, tanto por técnica como por carisma.
“Yo rompería con esa visión de endiosar a Bolt. No se puede endiosar a nadie”, sostuvo Caetano, de 51 años y dedicado, ahora, a la preparación mental de velocistas brasileños.
Al ser consultado sobre que Bolt es tal vez el mayor motivo para que las nuevas generaciones sigan los Juegos de Rio 2016, respondió: “Eso es justo, la gente quiere ir a verlo. Pero como atleta uno debe ganarle. Y antes de preocuparme en ganarle preocuparme por mi, tengo que pensar en vencer mis límites y así venceré a Bolt, no lo admiraré apenas, olvidemos a Bolt y pensemos en ganarle”.
“El atleta muchas veces piensa en el corto plazo, que es el momento de la competición, en ganarle al otro. Cree que con eso ya está. Eso es un objetivo mínimo. Hay que dar lo mejor por uno mismo para después vencer en la competición y no al revés”, sugirió.
Caetano aceptó que el olimpismo brasileño puede ganar entre 20 y 30 medallas en Río 2016 y que los locales llevarán algunas ventajas de los arbitrajes sobre todo cuando se trate de disciplinas con jurados colegiados.
“También dependerá del público, para empujar al atleta, que tenga un aliento extra, como ocurrió con los británicos en Londres 2012. En algunas disciplinas donde existen evaluaciones de jurados por puntaje, ante una duda, alguna indecisión, creo que pueden hacerlo a favor de Brasil”.
Caetano dijo que a los deportistas hay que mantenerlo económicamente pero no darles todo al inicio, sino mostrarles “una luz al final del túnel para que no se relajen” y en ese marco juzgó un ‘absurdo’ que el continúe teniendo la marca sudamericana de los 100 metros.
El secreto del alto rendimiento, según Caetano, “es el click que hay en la cabeza del deportista, una llave que separa el éxito del fracaso”.
“Este click está en al cabeza, la psicología lo mostró, la sociología también. Y el pueblo brasileño, sudamericano, latinoamericano, sufre de este síndrome, el síndrome que impide percibir el orgullo de ser exitoso. Eso se replica en forma injusta porque hay talentos superiores que no logran despegar porque esta llave mental no se activa y les impide reaccionar. Es como les pasaba o les pasa a algunas selecciones de fútbol cuando enfrentaban a Brasil, que entendían como algo natural no ganarle”, analizó.
Caetano tuvo su momento de gloria en Seúl 1988, al quedar tercero y con el bronce detrás del vencedor de los 200 metros, el estadounidense Joe De Loach, y de Carl Lewis, pero para los brasileños, aquel momento era muy amateur en términos financieros.
“El Estado brasileño apoyó muchísimo la política del deporte olímpico en los últimos años. Si hoy yo hiciera eso, estaría millonario. No es por una cuestión de ser mejor o compararse con alguien. Son épocas diferentes, con la divulgación adecuada, la gente no iría a ver apenas a Bolt, iría a ver a un Robson Caetano o a un Carlos Gats en la Argentina, a alguien que represente a su país. No podemos tener un ídolo del otro lado, debemos hacer que el público se identifique con sus atletas nacionales”, completó.