Martínez Poch fue condenado a 37 años por abusar de sus hijas y novia

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Un Tribunal platense condenó este miércoles al disc jockey Jorge Martínez Poch a esa pena al considerarlo culpable de abusar de sus dos hijas cuando eran niñas y de encerrar, golpear y violar a su novia entre agosto y septiembre de 2013.

El disc jockey Jorge Cristian Martí­nez Poch fue condenado hoy a 37 años de prisión por haber corrompido y abusado de sus dos hijas cuando eran niñas y haber golpeado, drogado y violado a su novia en septiembre de 2013, en un fallo en el que se aplicó la ley de violencia de género y fue calificado de «ejemplar» por las víctimas.

Al escuchar la sentencia, el imputado se rió y le hizo «fuck you» con su mano izquierda a su ex novia, Vanesa Rial (40), tras lo cual fue retirado de la sala por la custodia del tribunal, mientras familiares y amigos de las ví­ctimas coreaban «justicia, justicia, justicia».

«Fue un fallo ejemplar, hoy es el dí­a más feliz de mi vida, hoy voy a empezar a vivir», dijo emocionada Rial, tras correr a abrazar al presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de La Plata, Juan José Rui­z, para agradecerle la pena impuesta al disc jockey.

El magistrado destacó que en el fallo se tuvieron en cuenta «la ley de violencia de género y la Convención de los Derechos del Niño» y explicó por qué no hizo lugar a la declaración de inimputabilidad pedida por la defensa de Martí­nez Poch (53).

«En el concepto de psicópata, la mayorí­a de los médicos psiquiatras sostiene que son punibles y solo una minorí­a, un veinte por ciento sostiene la inimputabilidad», indicó.

Además, tras cada hecho, «Martí­nez Poch realizaba acciones para cubrir su delito y borrar las pruebas, las lavaba (a las víctimas) después de golpearlas y se hací­a golpear por sus hijas para que en caso de que sus ex parejas lo denunciaran él también tuviera lesiones, es decir entendí­a muy bien lo que hací­a y querí­a de esa forma evitar la Justicia», aseguró Rui­z.

El juez estimó que, en base a la pena impuesta, Martí­nez Poch «antes de los setenta años no sale» de prisión.

La pena fue levemente menor a la solicitada por la fiscal Marí­a Florencia Budiño, que había reclamado una condena de 40 años de cárcel y siempre hizo hincapié en que las ví­­ctimas padecen daños psicológicos y fí­­sicos por los abusos sufridos.

En tanto, el defensor Juan Martin Cerolini había reclamado la absolución del DJ al sostener que es una persona «inimputable» y aseguró que durante el debate «no se pudieron probar» los abusos contra las hijas del imputado.

Respecto de los hechos que involucraron a Rial, el letrado sostuvo que la mujer era una «neurótica» y que «una neurótica y un psicópata se complementan».

El tribunal, presidido por Rui­z e integrado por Carmen Palacios Arias y Marí­a Isabel Martiarena, dio por probado que Martí­nez Poch fue autor de «privación ilegí­tima de la libertad agravada por violencia y amenazas en concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterado calificado con daño para la salud de la ví­ctima, por la participación de dos o más personas, con sometimiento sexual ultrajante para la ví­ctima Vanesa Rial».

También se lo condenó por «corrupción de menores agravada por violencia, amenazas e intimidación por el ví­nculo de parentesco, abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por daño a la salud mental de M. J», (una de las hijas de Martí­nez Poch).

Debido a que los fundamentos del fallo tienen 200 páginas, Rui­z leyó un resumen de los hechos que dio por probado el tribunal para aplicar la pena de 37 años años al «Conde de la Noche», como se lo conocí­a en los boliches platenses a Martí­nez Poch, quien se rió en varios tramos de la lectura.

Ruiz­ detalló cómo el hombre corrompió y abusó de sus dos hijas desde que éstas tení­an 7 y 6 años y hasta que cumplieron 15 y 14, al obligarlas a presenciar sus actos sexuales y masturbaciones con otras mujeres, ver filmes pornográficos y manosear sus partes íntimas, apoyándoles incluso su pene erecto estando desnudos.

Luego describió cómo el disc jockey redujo a fines de agosto de 2013 y hasta mediados de septiembre de ese año a Rial, golpeándola y drogándola, para luego violarla y permitir que al menos otro hombre la abusara obligándola a que le practique a éste una felación.

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