La búsqueda de desaparecidos en La Perla: Cómo es el trabajo de los geólogos forenses

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Desde el año 2004, un grupo de geólogos pertenecientes al Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) encabezado por Guillermo Sagripanti, comenzó a desarrollar la geología forense orientada a la búsqueda de restos de personas desaparecidas durante la dictadura cívico militar.
El Equipo de Geología Forense (EGF) ha colaborado en la búsqueda de fosas comunes a pedido de la Justicia Federal y de distintos organismos de Derechos Humanos (APDH-San Luis y MEDH-Mendoza, entre otros) y en 2013 presentó un informe prelimi nar sobre posibles sitios de enterramientos clandestinos en el predio del Tercer Cuerpo de Ejército de Córdoba ante el fiscal de la causa La Perla, Dr. Facundo Trotta.
La tarea realizada por el Equipo de Geología Forense de la UNRC se hace en algunos casos en forma coordinada con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). “Los arqueólogos y antropólogos forenses abocados a la
búsqueda e identificación de personas desaparecidas durante la última dictadura militar, plantearon la necesidad de la participación de geólogos en la etapa de exploración del subsuelo para la ubicación de sitios potenciales de enterramientos clandestinos de personas”, explicó Sagripanti.
La metodología aplicada por el EGF en la búsqueda de enterramientos clandestinos consta básicamente de cuatro etapas:
1.- Inventario: se realiza mediante un abordaje multidisciplinar del que participan antropólogos forenses, historiadores y geólogos, quienes acopian y analizan testimonios (tanto orales como documentales) de las causas judiciales
y evidencias fotográficas del lugar a investigar a los fi nes de elaborar hipótesis sobre los sitios potenciales de enterramientos clandesti nos. El EGF hace el inventario de estos antecedentes y analiza tipo y uso del suelo, mapas y fotografías aéreas de la época previa y posterior a los enterramientos.
2.- Exploración del subsuelo: el EGF organiza el relevamiento de campo con los datos obtenidos en la etapa de inventario. Se inspecciona el lugar, se buscan evidencias superficiales y se explora el subsuelo a través de disti ntas técnicas indirectas y directas.
3.-Exhumación: los arqueólogos y antropólogos forenses rescatan restos óseos y otras evidencias asociadas (proyectiles de armas de fuego, ropa y efectos personales)
4.-Identificación: se analizan los restos óseos rescatados en el laboratorio de Investigación y Genética, procurando identificar a quién pertenecen los restos y establecer las causas fehacientes del deceso. Aunque el trabajo es multidisciplinario y se hace de manera conjunta, el EGF tiene una participación casi excluyente en las dos
primeras etapas del proceso de búsqueda de enterramientos clandestinos y su i ntervención se da a través
de métodos geológicos y geofísicos.
Uno de los avances tecnológicos que ha facilitado la búsqueda de anomalías en el subsuelo es el empleo del Geo
-Radar (GPR). Inspirado en los viejos detectores de metales y magnetómetros, el Geo – Radar es considerado en la
actualidad la forma de teledetección más confiable y precisa. Su utilización adecuada acorta sensiblemente los tiempos de búsqueda y exploración, y permite realizar una interpretación en tiempo real en algunos casos. En
palabras de Sagripanti, el Geo- Radar “tiene una forma similar a una cortadora de césped que emite una onda electromagnética al suelo y recibe la reflexión de la misma, generando una ecografía del subsuelo (radar –
grama), que es ideal para este tipo de búsquedas. Permite optimizar el trabajo, pero su uso requiere de cierta capacitación y con ocimientos previos que permitan interpretar bien los datos que arroja”.

Sagripanti señaló en diálogo con Telediario que «se comenzó a trabajar en el 2006 en la Loma del Torito buscando enterramientos clandestinos de acuerdo a testimonios que había en ese momento»
«Estuvimos trabajando hasta diciembre del año pasado y después trasladamos la tarea hacia el Centro Clandestino de La Perla. Elaboramos un informe que entregamos en el año 2013 con imágenes que fueron desclasificadas por Estados Unidos», explicó.
El especialista riocuartense añadió que se buscaba «un enterramiento múltiple en una fosa amplia, esto generó una movilización interior muy importante».
«Entrar a La Perla me impactó muchísimo. A nivel mundial, la geología forense se ha convertido en un apoyo a estas búsquedas y consideramos que es un aporte muy valioso»

Arqueólogos del Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad de Tucumán (CAMIT) disertaron en Río Cuarto

COLECTIVO DE ARQUEOLOGIA, MEMORIA E IDENTIDAD DE TUCUMAN

Pablo Callejón, columna de Telediario

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