La realización de actividades al aire libre y sin protección solar genera riesgo para la salud de la piel.
Las exposiciones prolongadas, en horarios inadecuados, producen como efecto inmediato una quemadura. La protección en los primeros años de vida es clave. Hay que cuidar a los niños del sol.
Sugieren utilizar ropas claras y restringir la exposición entre las 10 y las 16.30. Recomiendan usar anteojos comprados en ópticas, sombrero y aplicar protectores solares de FPS 30-50 o más.
El ABC de los lunares
Debemos concurrir al dermatólogo cuando: aparecen lunares con asimetrías, bordes irregulares, diferentes tonalidades o excede los 5 milímetros de ancho.
Según indica el Instituto Nacional del Cáncer, se recomienda que la gente se revise la piel en toda la superficie del cuerpo en busca de algún cambio de un lunar o de una nueva zona coloreada.
Fuente Instituto Nacional del Cáncer