Casi un 60 % de las mujeres finge el orgasmo para «no decepcionar a su pareja», mientras que un 24 por ciento nunca lo tuvo o tiene dificultades para lograrlo, comentó la sexóloga Beatriz Literat con motivo del Día Mundial del Orgasmo Femenino, que se conmemora cada 8 de agosto para «reivindicar el placer sexual».
La palabra «orgasmo» proviene del griego «orga», que significa «arder o hervir». Sin embargo, el clímax femenino representa aún hoy un misterio que no termina de ser descubierto por la ciencia médica ni la psicología.
«El orgasmo femenino muchas veces es un desafío y un conflicto. Además de las mujeres que fingen y las que no llegan al clímax, hay un alto porcentaje que confiesa que la sensación preorgásmica es tan insoportable que decide parar el juego amoroso», dijo la sexóloga de Halitus, Instituto Médico, a Télam.
Para la especialista, esas cifras hablan «no de una incapacidad de la mujer para encontrar en sí misma el reflejo fisiológico de su propia respuesta sexual, sino como consecuencia de mantener la creencia de que la autoexploración es inapropiada y que las mujeres tienen que descubrir su sexualidad con su pareja».
«Según estadísticas provenientes de investigaciones sexológicas confiables, alrededor del 70 por ciento de las mujeres puede alcanzar solas el orgasmo, mientras que el 57 por ciento puede alcanzarlo en relaciones heterosexuales», precisó.
Desde el punto de vista de la fertilidad, hay estudios recientes que demostraron que durante el clímax, generalmente detonado por el reflejo clitorídeo, las contracciones que se producen en las paredes vaginales y en el cuello uterino facilitan el pasaje de los espermatozoides al interior de la cavidad uterina y los dirigen hacia las trompas donde se encuentra el óvulo para que se produzca la fecundación.
Sin embargo, el orgasmo fue buscado durante siglos dentro de la cavidad vaginal, la mayoría de las veces sin resultado y desestimando la importancia del órgano clitorídeo como el componente protagónico de la sinfonía sexual femenina.
«La neuroendocrinología refiere además que durante el clímax se producen cambios en el cerebro de las mujeres -cambios que no suceden en los varones-. Por eso algunas de las que normalmente logran la culminación sin inconvenientes presentan problemas si no confían en su anticonceptivo, si están cansadas o cuando temen el contagio de una infección de transmisión sexual», señaló.
También está demostrado que en esa fase de la respuesta sexual se liberan grandes cantidades de una hormona llamada oxitocina, que contribuye a la contracción de los músculos pélvicos y favorece la liberación cerebral de endorfinas, responsables de la sensación de bienestar y buen humor.
«La clínica sexológica revela que la sensación orgásmica femenina resulta del encuentro de varios componentes comandados siempre por el cerebro (sistema límbico, hipotálamo), un reflejo neuromuscular pélvico, la congestión de los tejidos como consecuencia del aflujo sanguíneo, el estímulo cutáneo en todo el cuerpo y de la zona genital en su totalidad y, lo más importante, el significado que la propia mujer le asigna a sus sensaciones», explicó Literat.
Y agregó: «En síntesis, si se alinean naturalmente los astros de la biología y la intuición sexual no reprimida por una educación prejuiciosa o por silencios reprobadores, en una mujer con disposición a maravillarse con su propia capacidad de sentir placer y si se agrega la presencia de una pareja sin creencias sexuales estructuradas, el orgasmo femenino debería surgir gloriosamente para gozo de ambos».
Atribuida al concejal brasileño Arimateio Dantas, la celebración de esta jornada pretendió «alentar» a hombres con «deudas sexuales» con sus mujeres -como el mismo Dantas- a dedicar el día a «compensarlas amorosamente».
«Desconocemos si Arimateio pudo cumplir lo que prometió y cómo reaccionó su mujer al verse expuesta en su intimidad ante los ojos del mundo, pero debemos recordar que el orgasmo es un reflejo fisiológico, similar al estornudo o al hipo, pero sobre todo rodeado de una mística que lo hace meritorio de tener un día de celebración, aunque instituido por los hombres», subrayó.
Consultada sobre el por qué de la falta de un día del orgasmo masculino, la especialista dijo que «si bien algunos tienen problemas médicos para lograrlo, el clímax nunca fue fuente de conflicto para la mayoría de ellos».
«La principal causa por la que las mujeres padecen aún hoy dificultades en esa área se debe a la histórica prohibición que sufrieron durante siglos de conocer su propio cuerpo y sus reacciones fisiológicas sexuales», destacó.