Francia consiguió el boleto a la tercera final de Eurocopa en su historia tras vencer 2-0 a Alemania en el Stade Vélodrome de Marsella con dos gritos de Antoine Griezmann. El primero, tras un discutido penal.
La supremacía alemana primaba en los 45 minutos iniciales del partido, pero una polémica mano sobre el cierre de la etapa inaugural inclinó el marcador para el lado del local.