Estudios científicos señalan que los padecimientos mentales estarían incidiendo en las enfermedades cardiovasculares.
La depresión y la ansiedad duplican la probabilidad de sufrir un evento cardíaco en personas con factores de riesgo. es decir, fumadores, personas sedentarias, obesos o pacientes con colesterol alto e hipertensión.
Cardiólogos afirman que la ansiedad es un problema mucho más importante que la depresión. Las dos patologías suelen ir juntas, van en aumento y en poco tiempo serán una epidemia. El tratamiento con antidepresivos no mejora el cuadro, agregan los especialsitas.
La formación de placas en las paredes de las arterias es un problema para la circulación de la sangre. En estudios de personas que han fallecido por enfermedad cardiovascular, se ha visto que en el 80 % de los casos responde a esta causa.
Algunas roturas de placas producen infartos o la muerte de una persona.
Las enfermedades cardiovasculares no asociadas a una causa genética están entre las denominadas “enfermedades crónicas no transmisibles” asociadas a un estilo de vida.
Por lo tanto, reducir la manifestación clínica de una enfermedad cardiovascular con estilo saludable de vida es lo óptimo.
Algunas medidas son dejar de fumar, comer vegetales, pescado y comenzar con estos hábitos y educación desde la infancia”.
Estos problemas no dan síntomas y para detectarlos es indispensable el control médico.