Los informes trimestrales sobre stock finales y superficie del área sembrada en EEUU del Departamento de Agrícultura de ese país (USDA), junto a previsiones de menores lluvias para los próximos 15 días en zonas productoras, impactaron de lleno en los precios de los principales granos, en especial en la soja, que subió u$s 11,21, mientras que el maíz cayó u$s 5,51.
De esta forma, en la posición julio, la oleaginosa ganó 2,66% y cerró a u$s 431,74 por tonelada; el maíz perdió 3,75% y cotizó u$s 141,23 por tonelada; y el trigo subió 0,40% y cerró a u$s 158,46 por tonelada.
«Las cifras dadas por el organismo no son auspiciosas para los precios del maíz, dado que revelaron existencias y área por encima de las expectativas del mercado. Para la soja, en tanto, el impacto negativo de los stocks mayores a los esperados fue amortiguado, e inclusivo revertido, por un dato de área sembrada algo menor a las previsiones privadas», aseguraron desde la consultora Granar.
Si bien el poroto disponible para julio ganó un poco más de u$s 11, las posiciones para agosto avanzaron aún más: u$s 12,40 (u$s 431,46); para septiembre en u$s 14,42 ( u$s 427,05); y noviembre u$s 14,97 (u$s 423,75), mientras que el aceite subió 1,81% a u$s 691,80 y la harina 2,06%, a u$s 446,76 la tonelada.
Las existencias finales al 1° de junio de soja fueron calculadas por la dependencia estadounidense en 23,68 millones de toneladas, un 38,80% por encima de los stocks del mismo periodo del año pasado y 1,12 millones de toneladas arriba de las estimaciones privadas para Estados Unidos.
La superficie sembrada, junto a el pronóstico de menos lluvias a las previstas en el cordón maicero-sojero de los Estados Unidos, aportaron los datos que provocaron el alza en los valores de la soja.
Según el USDA, el área implantada fue de 33,89 millones de hectáreas, un 1,25% por encima de la campaña anterior, pero 60.000 hectáreas por debajo de las estimaciones privadas, lo que dotó al mercado de un dato alcista, el cual fue exacerbado por los datos climáticos, que activó los temores del mercado agroclimático, el cual Granar consideró «como una factor decisivo en los próximos meses».
En el caso del maíz, todas las posiciones (desde julio a mayo de 2017) cayeron entre el 2,47% y el 3,75%.
Los stocks finales se ubicaron en las 119,95 millones de toneladas, un 6,05% por encima de las cifras de la campaña pasada y 4,93 millones de toneladas más que los cálculos privados previos al informe, aunque los temores climáticos por parte de los operadores hicieron que la caída de éste cereal fuese menos abrupta
A su vez, el área sembrada también mostró número superiores a las estadísticas de la campaña anterior y de las previsiones de los operadores.
Según el informe trimestral, la superficie implantada fue de 33,89 millones de hectáreas, 600.000 hectáreas por encima de lo que previeron los mercados y 420.000 arriba con respecto a la campaña anterior.
Por último, el trigo fue el que menos movimientos en los precios tuvo, producto de que los datos suministrados por el organismo norteamericano estuvieron en concordancia con las previsiones privadas, al mismo tiempo que se registró una baja en el área sembrada con respecto a la campaña anterior.
Las existencias finales del cereal en los estados Unidos fueron de 26,71 millones toneladas, solo 20.000 toneladas menos que los cálculos de los productores, pero un 30,48% superior a la campaña anterior.
En cuanto al área sembrada al 30 de junio, la USDA indicó que la superficie era de 20,58 millones de hectáreas, muy similar a las 20,09 millones estimadas por los privados y un 1,55 millones menos que en el ciclo 2015/16.