Telam – Tras imponerse en las urnas con una victoria más amplia que en diciembre, el presidente del gobierno español en funciones y líder del Partido Popular, propuso una gran coalición al Partido Socialista de Pedro Sánchez.
«Ha ganado el Partido Popular y ha ganado el Partido Socialista», remarcó Rajoy, el día después de los comicios en los que logró reforzarse con 14 diputados más, llegando a los 137 con un 33% de los votos, un porcentaje que supera el techo que le había marcado todos los sondeos.
El PSOE de Sánchez, por su parte, logró mantenerse como segunda fuerza con 85 escaños, 5 menos que hace seis meses, pero también lejos del augurado «sorpaso» (adelantamiento) de la coalición de izquierda Unidos Podemos, el gran fracaso al no haber cumplido con las expectativas generadas, al quedarse tercero con exactamente los mismo escaños que tenían Podemos e Izquierda Unida (IU) por separado, 71.
«Hablaré con todas las fuerzas políticas, pero hablaré primero con el PSOE, que sigue siendo la segunda fuerza política de este país», anunció el dirigente conservador en declaraciones a la radio Cope.
Rajoy afirmó que la fórmula que piensa proponer es la de «gran coalición», aunque no descarta otra opción.
Según argumentó el líder del PP, su partido le saca más de 50 escaños a los socialistas, pero aún así es «muy difícil gobernar». De ahí que «intentaré no sólo ser investido» sino «que se arbitre alguna fórmula de gobierno con mayoría para aprobar los presupuesto de 2017 y las leyes que tenemos por delante y para afrontar los compromisos europeos», indicó.
Sin embargo, desde el PSOE volvieron a darle la espalda. “No vamos a apoyar a Rajoy ni por acción ni por omisión”, dijo el secretario de Organización de los socialistas, César Luena.
«Los votos que recibimos son para cambiar a Rajoy, para cambiar las políticas injustas y antisociales del PP», añadió el dirigente del PSOE en declaraciones a la radio Cadena Ser, sin dar más pistas de cuál será su estrategia, salvo que los socialistas dejaran la iniciativa a Rajoy.
A diferencia de lo que ocurrió el 20 de diciembre, anoche Sánchez no se atrevió ni a sugerir que iba a dar un paso adelante para formar un gobierno progresista alternativo al PP, ya que sus resultados, que son los peores de la historia del PSOE, le sirvieron para salvarse pero lo dejaron muy lejos de la posibilidad de ser presidente del gobierno.
Sánchez salió reforzado al haber remontado las encuestas, pero su partido está dividido y ya afronta fuertes presiones internas para que ceda ante el PP.
«Tiene que haber cuanto antes un gobierno presidido por Rajoy», dijo el presidente regional de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, quien cree que sería un «error» que Sánchez intente formar gobierno.
Ni Pablo Iglesias, candidato de Unidos Podemos, propuso esa posibilidad, aunque luego de mostrarse anoche sumamente decepcionado por los resultados obtenidos -perdieron más de 1 millón de votos- dijo que seguiría trabajando «a favor de un cambio progresista».
En cambio, su socio en Cataluña, el candidato de En Comú Podem, Xavier Doménech, no lo descartó: «Aritméticamente aún hay una opción de gobierno de cambio», si pactan PSOE, Unidos Podemos, y las fuerzas «soberanistas» de Cataluña y el País Vasco.
Los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) obtuvieron 9 y 8 escaños respectivamente, los mismos resultados que en diciembre; el Partido Nacionalista Vasco (PNV) bajó de 6 a 5 escaños, y los independentistas de Bildu mantuvieron los dos que tenían.
Pero si en diciembre la posibilidad de sumar a los independentistas para llegar a una mayoría de izquierda resultaba imposible por la negativa del PSOE, ahora nada indica que se pueda producir un giro en ese sentido.
En cambio, Rajoy tiene más opciones. Por un lado, abre la posibilidad a que Ciudadanos, que quedó en cuarta posición con 32 escaños y ha sido el más perjudicado por el ascenso del PP, se sume a la «gran coalición» con PP y PSOE. Por otro lado, no descarta llegar a un acuerdo con los liberales, el PNV y Coalición Canarias, que lo dejaría a un escaño de la mayoría absoluta.
De hecho, Albert Rivera sorprendió hoy diciendo que ya no exige la renuncia previa de Rajoy como candidato para apoyar al PP.
«Nunca hubo veto a Rajoy, los escaños del PP son del PP y los de Ciudadanos de Ciudadanos. Con nuestros votos vamos a hablar de contenidos», afirmó esta mañana después de haber pedido en reiteradas ocasiones la cabeza de Rajoy.
En este contexto, Rajoy insistió en su apuesta por los socialistas: «en lo fundamental necesitamos al PSOE».
Y en ese sentido, confirmó que Sánchez lo llamó anoche para felicitarlo por su triunfo y le transmitió que tenían que «verse pronto».
El presidente en funciones recordó que el 19 de julio se constituye el nuevo Parlamento y que cree que «dentro de un mes tendríamos que tener un acuerdo de mínimos».
«A mi gustaría que en un mes fuésemos capaces de hacer algo razonable y no perder más el tiempo y facilitarles las cosas al rey», indicó, barajando la posibilidad de conseguir un acuerdo previamente a que se inicien las consultas formales con Felipe VI, quien tiene que designar al candidato a la Presidencia del gobierno para que busque el apoyo del Parlamento.
Rajoy subrayó que hará «todo lo posible por lograr la gran coalición» y a la hora de analizar los resultados, destacó que «había cierto malestar en mucha gente y se plasmó en las urnas, tanto con el PP como con el PSOE porque «nos tocó gestionar una crisis monumental», pero luego «la gente ha entendido que una cosa es predicar y otra dar trigo», en referencia a que ni Unidos Podemos ni Ciudadanos cumplieron con las expectativas que habían generado.