Héctor Virgilio Suárez, «el hombre del árbol», falleció este lunes en la localidad de Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, cuando se hallaba en la vivienda donde regresó tras 32 años de marginalidad.
«Aparentemente sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras se bañaba», dijo a Telediario Esteban Roldán, el vecino que contactó a la familia Suárez con Río Cuarto.
Héctor tenía planeado volver a Río Cuarto en plan de paseo, porque extrañaba a la ciudad y su gente.
Columna Telediario, Pablo Callejón
Dolor por «El Cheli»
El encuentro con su familia, como fue
Fueron solo 15 minutos en el Area de Salud Mental del Hospital que terminaron con 32 años de ausencia. Héctor Suárez, “El hombre del árbol” ó “El Cheli” – como lo recordaban en Termas de Río Hondo-, dudó en ese primer cruce de miradas con Francisco, su hermano. La incertidumbre fue muy breve y en solo minutos se abrazaban en medio del llanto y la conmoción. El linyera que había transcurrido más de 20 años entre acampe de árboles y calles frías, volvía encontrarse con su familia. Una historia dolorosa y compleja, capaz de construir su propio final feliz.
Francisco había partido el 27 de agosto del 2015 desde Santiago del Estero. Lo acompaña Facundo, el sobrino “que sabe leer y escribir”. Con la notificación de nacimiento en mano, fue en busca del hermano que creían muerto. En la terminal de ómnibus equivocó el destino y pidió pasaje para Córdoba capital. A las 21,30 tomaron el colectivo que los trasladaría definitivamente a Río Cuarto. En la ciudad, los esperaba Jorge Sánchez, el remisero que al observar la entrevista de Telediario decidió iniciar la compleja búsqueda de los familiares de Héctor. Ese fue el primer encuentro pleno de abrazos y emociones. En la fría noche del agosto riocuartense, Francisco advertía que el sueño que lo desveló durante década lo iba a despertar en brazos de su hermano.
El viaje hacia el Hospital sumó tensión y expectativa. En el tercer piso del nosocomio lo aguardaban el médico de guardia y una orden “excepcional” de la dirección. Era la una de la mañana de un martes que marcará la memoria colectiva de los riocuartenses.
Héctor preguntó por sus otros hermanos y su padre. Víctima de las secuelas psiquiátricas que provocó años de marginalidad, ingesta de alcohol y soledad pasaron dura factura a un cuerpo desnutrido y cansado. Pero ese no es el final de la historia. “El Cheli” se recupera y volverá a su Santiago querido en busca de una mejor vida. La solidaridad que provocó su situación generó que muchos ofrecieran casa, comida y transporte para cumplir el objetivo.
En Termas de Río Hondo lo espera su infancia y juventud. Los que lo quieren y nunca lo olvidaron. Una vida lejos de la calle, con calor de hogar.
Jorge, el nexo clave
“Vi la nota en Telediario, hablé con prensa de Las Termas y ubicamos a su familia” manifestó Jorge Sánchez, el remisero riocuartense que vio la nota de Telediario, se comunicó con un medio de Termas de Río Hondo y permitió que pudieran hallar a los hermanos de Héctor Suárez, “El hombre del árbol”.
Jorge había trabajado en Termas de Río Hondo y mantuvo un vínculo afectivo inquebrantable con la localidad santiagueña. Aunque muchas veces intentó ayudar a Héctor, no podía hacerlo porque desconocía su nombre y origen. Cuando el “hombre del árbol” reveló a Telediario que su apellido era Suárez y el lugar donde había nacido, la historia comenzó a gestar un cambio sustancial en la vida del linyera.