La emergencia por el término de dos años fue aprobada por los Senadores de la Nación en una iniciativa que pretende implementa el Plan Nacional de Acción 2014-2016 para la «Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres».
La emergencia en materia social por la violencia contra las mujeres por el término de dos años fue aprobada por los Senadores de la Nación en una iniciativa que pretende implementa el Plan Nacional de Acción 2014-2016 para la «Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres».
Este programa incluye la creación de centros de día e instancias de tránsito para la atención y albergue de las mujeres víctimas de violencia e impulsa un sistema de alerta temprana y de localización inmediata para las víctimas de violencia, en coordinación con las fuerzas de seguridad.
También avanza con un programa de asistencia económica para las mujeres víctimas de violencia con instancias de capacitación y de formación laboral y se dispone implementar las medidas necesarias para el funcionamiento del Cuerpo de Abogados para Víctimas de Violencia de Género.
La presidenta del bloque PRO, Laura Rodríguez Machado, comentó que el gobierno nacional «está en línea con el proyecto presentado» y que se esta «en el momento justo para ver si podemos generar soluciones para erradicar la violencia contra la mujer», indicó Rodríguez Machado.
A su turno, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, indicó que los casos de violencia «son situaciones producto de la ignorancia, la marginación, la pobreza extrema y los procesos culturales no resueltos», agregó Pichetto.
Miriam Boyadjian, del Movimiento Popular Fueguino, pidió «trabajar también con los victimarios» y preguntó «cuántos casos de violencia intrafamiliar existen sin denunciarse, por vergüenza o por mala respuesta del Estado».
La presidenta de la Banca de la Mujer, la kirchnerista Marina Riofrío, recordó que «una mujer muere cada treinta horas» y que eso ocurre porque existe «un orden social de un género sobre otro» pero destacó que existe «un cambio cultural que será inevitable» y que es favorable a las mujeres.