En la entrevista, el titular de la Corte Suprema sostuvo que «la credibilidad de la instituciones se juega en los casos de corrupción» y que es un deber de los jueces llegar a sentencias concretas, porque «si no los ciudadanos piensan que todo es los mismo».
«La percepción que tiene mucha gente es que la Justicia comenzó a actuar ahora. Los datos y el análisis no es así», dijo al recordar que ya en 2014 el organismo que dirige puso a la necesidad de terminar con la impunidad como su principal objetivo, luego de un período en el que se buscó mejorar el acceso a la Justicia.
Apuntó que en los últimos años la Justicia tuvo muchísimos casos «con muchas repercusiones», entre las que mencionó los procesamientos de Amado Boudou y Ricardo Jaime, ambos concretados cuando estaban en funciones. «Pero hay que entender que los jueces tienen que actuar siempre igual, no puede depender del momento político», añadió.
«En el Poder Judicial hay muchos jueces y no son todos iguales», señaló al pedir que no se time un caso «y decir que la Justicia no actúa». En ese sentido, concedió que hay investigaciones sobre hechos de corrupción de la política que han registrado demoras.
Lorenzetti remarcó que el Poder Judicial enfrenta dificultades para hacer frente a ese tipo de casos como debería. Mencionó que hay pocos jueces y muchas vacantes y cargó contra los cambios reiterados de la legislación. «Para que la corrupción sea perseguida con efectividad tiene que haber una política de Estado», afirmó.