Crimen de los hermanos Oviedo: Los dos imputados, a juicio con jurados populares

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Están acusados María Elizabeth Gerassi, de 28 años, y Horacio Moreira, de 23, ambos imputados por «homicidio criminis causae, robo doblemente calificado por el resultado lesivo y por uso de arma».

La Cámara del Crimen fijó para el próximo 2 de agosto el inicio del juicio con jurados populares por el crimen de los hermanos Raquel (83) y Carlos Oviedo (87), ocurrido el 22 de septiembre, en una vivienda de calle Alberdi al 186.
El fiscal Javier Di Santo elevó a juicio la causa en la que están acusados María Elizabeth Gerassi, de 28 años, y Horacio Moreira, de 23, ambos imputados por «homicidio criminis causae, robo doblemente calificado por el resultado lesivo y por uso de arma».

crimen hermano oviedo - selva, prima

«Sabíamos que ellos los mataron, ahora solo pido que les den perpetua» Para Selva Parino, prima de las víctimas. La mujer recordó que «Poroto» Oviedo se había enamorado de la joven meretriz de 28 años y quería casarse con ella.
La imputada habría utilizado esa situación para engañar al anciano, quedarse con su dinero y apostar por el robo del «mayor botín». El día del crimen habrían decidido matarlos para garantizar «la impunidad».

Los doctores Edgardo Pedernera -Padre e hijo- señalaron que «hay pruebas suficientes en el expediente para determinar la responsabilidad de los acusados en el hecho». Añadieron que Gerassi «le cobraba la jubilación -a Oviedo- y no le dejaba ni para el taxi»

Informe Telediario

A juicio

El fiscal Javier Di Santo elevó a juicio la causa por el doble crimen de Evangelina Raquel Oviedo, de 83 años, y Carlos Oviedo, de 87 años, ocurrido en una vivienda de calle Alberdi al 186, el pasado 22 de septiembre. Los acusados, María Elizabeth Gerassi, de 28 años, y Horacio Moreira, de 23, están imputados por «homicidio criminis causae, robo doblemente calificado por el resultado lesivo y por uso de arma».
En la resolución a la que accedió TD Digital, el fiscal Javier Di Santo precisó que «de tal forma se había integrado Geracci en la vida cotidiana de Ricardo y Raquel Oviedo, que mensualmente la joven mujer acompañaba a Ricardo, que se decía su novio, a cobrar sus haberes jubilatorios y una pensión que le correspondía por viudez, quedándose Geracci para sí el dinero retirado de la institución bancaria».
«Valiéndose Geracci de las facilidades que le otorgaba Ricardo Oviedo para acceder a su vivienda por la relación que los unía – toda vez que el anciano inclusive había realizado una promesa de futuro casamiento a la mujer, que había incluido hasta la compra de anillos con fines nupciales-, pergeñaron un plan para desapoderar a Raquel Oviedo del dinero obtenido de su jubilación como docente», indicó.
Añadió que «con ese designio furtivo, cuando trascurrían las diecisiete horas del día 5 de agosto de 2014, mientras los hermanos Oviedo tomaban el té en la cocina del inmueble, Moreira se presentó en el domicilio y le colocó a Raquel a la altura de la boca una cinta de las utilizadas para levantar persianas, la que ciñó fuertemente como lazo hasta que la anciana cayera desvanecida al piso, aunque sin perder totalmente el conocimiento»
El agresor «aprovechó para trasladarse hasta la habitación donde pernoctaban los hermanos, y tomar una llave que se hallaba en el fondo del cajón de la mesa de luz de Raquel, con la que abrió una cajafuerte que se encuentra detrás de un cuadro familiar en la misma pieza, de la que sustrajo dinero de los haberes jubilatorios recientemente percibidos en una suma que no se pudo determinar, retirándose del lugar».
«Como consecuencia del ataque Raquel Oviedo presentó traumatismo de cara con fractura de hueso malar izquierdo y del arco cigomático, con hematoma de cara, lo que la inhabilitó para el trabajo por más de 30 días», indicó.


Doble crimen

En relación al doble crimen, Di Santo precisó que Geracci junto Moreira idearon un plan para ingresar nuevamente al domicilio de los hermanos Oviedo con fines de robo, «conociendo esta vez que para poder consumar el delito, asegurar su resultado y lograr su impunidad indefectiblemente debían acabar con la vida de los ancianos».
«Con ese designio criminal, el 22 de septiembre de dos 2014, en horas que no se pueden precisar con exactitud, -los autores- se hicieron presentes en calle Alberdi Nº 186. Ya en el interior del inmueble, uno de ellos tomó una piedra y le propinó un golpe a Raquel Oviedo que se encontraba en la cocina, con tal violencia que le produjo su inmediato deceso», indicó.
El fiscal resaltó que «para procurarse del dinero que hubiere en la casa y otros objetos de valor, condujeron a Oviedo hasta el galpón utilizado como atelier de pintura que se emplaza al fondo del inmueble, lugar en el cual, pese a la endeble resistencia que por la edad les pudo haber contrapuesto, le asestaron un golpe en la cabeza con una botella de cerveza, para terminar luego de ultimarlo como estaba previsto, utilizando una barra de hierro de 1m 25 cm. de largo, con la que impactaron en su rostro»

La causa

Los investigadores encontraron rápidamente en el entorno de Raquel (83) y Carlos “Poroto” Oviedo (87), elementos que conducían a una trama cercana de violencia que condujo al presunto esclarecimiento del doble homicidio de los ancianos.
Raquel fue violentamente golpeada y amenazada en su domicilio y debió ser internada en un centro médico de la ciudad. Inicialmente, la Policía dijo que había imputados por aquel episodio, aunque desde la fiscalía de Javier Di Santo lo negaron. Vecinos y allegados de la mujer agredida estaban convencidos de que los autores son los mismos que decidieron su muerte y la de su hermano.
El hecho había sido investigado por la fiscalía de Tercera Nominación, a cargo de Fernando Moine. En la denuncia los afectados no habrían relatado todo lo sucedido, porque “Poroto” Oviedo no habría querido romper la relación con
Elizabeth Gerassi, una joven prostituta de 28 años, a quien consideraba su “novia”. Incluso, el anciano le había comprado anillos de compromiso.
Raquel había solicitado cambiar la cerradura de su casa luego de ser golpeada y había dado estrictas órdenes para impedir que Gerassi obtuviera una copia. Sin embargo, ella accedía sin inconvenientes por la decisión de Carlos Oviedo.
La sospechosa habría manipulado la vida del anciano y hasta “lo acompañaba” a cobrar la jubilación. Este contexto era rechazado por Raquel y habría sido el detonante para el fatal desenlace.
El otro detenido es Oscar Moreira, de 23 años y ex pareja de Gerassi. La joven prostituta lo presentaba como “su hermano”. El sospechoso estaría relacionado con el robo de una motocicleta en la tarde del lunes y era buscado por ese hecho.

Hallazgo

Los cuerpos fueron encontrados luego de que la empleada doméstica advirtiera a la Policía que los hermanos no atendían el teléfono. Cuando los efectivos ingresaron a la casa hallaron uno de los cadáveres en la cocina y otro en una habitación contigua. Estaban con los rostros golpeados y llevaban varias horas fallecidos.
No había cerraduras violentadas, aunque en el interior se observaba mucho desorden. Sin embargo, no se hallaron elementos sustraídos.
A pesar de las sospechas sobre los detenidos y de la denuncia realizada un mes atrás, la Justicia no logró evitar el crimen. Un testimonio clave permitió recordar el temor que Raquel tenía hacia la joven meretriz y fue decisivo para que después del mediodía se realizarán las detenciones.
También se ordenaron allanamientos para encontrar elementos probatorios que permitan dar por cerrado el caso.
Entre los vecinos había profunda conmoción. Algunos de ellos habían protagonizado misas para pedir por la recuperación de la mujer agredida un mes atrás. Ella había sido docente y directiva de un centro educativo en Las Higueras. Su hermano era viudo y pintaba cuadros, aunque estaba alejado de la actividad por dificultades mentales. La tragedia los golpeó abruptamente en una jornada que parecía previsible.

Autopsia

El doctor Martín Subirachs confirmó que Raquel (83) y Carlos “Poroto” Oviedo (87) fueron asesinados “por traumatismo de cráneo encefálico”
El médico forense habló con Telediario tras la autopsia realizada en el Nuevo Hospital y confirmó que “por las lesiones observadas, utilizaron un elemento contundente”
“A la mujer, en principio la habrían golpeado con una piedra. Por la gravedad de las lesiones han fallecido en el acto”, indicó.
Subirachs resaltó que “ninguno de los dos cuerpos presentaba signos de defensa, lo que indica que fueron sorprendidos ó primeriados, pero no se defendieron”.
“Solo se observan las lesiones faciales y craneales, no hay rastros de impactos de bala ó ataques con armas blancas”, aseguró.
Subirachs destacó que el momento de la muerte, contabilizando que la autopsia comenzó a las 16 horas, se habría registrado “36 ó 48 horas antes”.

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