Crece la preocupación por el impacto en los puestos laborales de la suba de combustibles y la restricción al GNC, que provocó bajas en las ventas y vacaciones anticipadas a trabajadores.
La Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac) podría resolver en el lapso de esta semana un lockout en reclamo a los cortes de gas que sufrieron 75 estaciones de servicio de la Provincia con contratos interruptibles. Por esta situación «arbitraria» advierten que peligra el trabajo de 713 empleados.
Desde el domingo se quedaron sin insumo de gas en las respectivas bocas de expendio. «El panorama es muy problemático, y la gente quiere trabajar», dijo a Cara y Cruz el titular de la Fecac, Pablo Bornoroni. «Son muchas las estaciones que no pueden expender GNC. Hemos estado barajando alternativas», expresó.
Acusó no haber recibido ningún tipo de respuesta desde Enargas nacional. «Ha hecho algo arbitrario. Porque el consumo es el mismo, pero se han discriminado 75 estaciones y están consumiendo el gas entre 3 o 4 estaciones. Es inaudito, no lo puedo creer», dijo.
El mes de mayo llegó con un aumento del 10% en en el precio de las naftas y alcanzó así una suba acumulada del 31% anual, el máximo desde 2003.
La «justificación»
Por su parte, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, manifestó que este nuevo golpe al bolsillo se debe por un lado a la devaluación del peso en un 50%, y por el otro a la caída internacional del petróleo del 10 por ciento. La combinación de estas dos variables, asegura, arroja que la cotización del petróleo en la Argentina en pesos aumentó un 35 por ciento.
En una entrevista con varios medios, el ministro sostuvo que, a diferencia de lo que se resolvió con el resto de los aumentos, como en energía y gas, en el caso de los combustibles se aplicó en forma gradual: «6% en enero, 6% en marzo, 6% en abril y el 10% de antes de ayer. Ese es el esquema, en lugar de aplicar un 35% todo de una vez», dijo.
No obstante, no descartó que en lo que queda de 2016 pueda haber un nuevo movimiento si el precio del dólar varía. «Con esto (la última suba), ahora sobre las mismas bases no habría necesidad de estar pensando en nuevos aumentos. Si el tipo de cambio baja como está ocurriendo, es probable que alguien diga que pueda bajar los precios. Si el tipo de cambio se mueve, va a ocurrir (la variación) para arriba o para abajo, pero también va a depender de la voluntad del consumidor», aseguró Aranguren.