Meli salvó milagrosamente su vida aunque aún tiene problemas de movilidad de un brazo y requiere terapia psicológica para recuperarse del grave ataque.
Hoy se realiza el sorteo de los jurados populares que participarán del proceso a Juan Gabriel Herrera, quien llegará acusado de tentativa de homicidio agravada, por propinarle 22 puñaladas a Melisa González.
La joven riocuartense volvió a sonreir y espera que la Justicia le brinde la oportunidad de cerrar el peor capítulo de su vida. En pocos días cumplirá 19 años y esta vez, ansía volver a festejar su cumpleaños junto a sus hermanos y amigas. A pesar del grave diagnóstico médico tras el brutal ataque a puñaladas que recibió, se recupera favorablemente a la par de la tarea incansable de Alejandra, su mamá.
Meli salvó milagrosamente su vida aunque aún tiene problemas de movilidad de un brazo y requiere terapia psicológica para recuperarse del grave ataque.
El hecho
Según surge de la investigación del fiscal Di Santo, el pasado 16 de junio de 2015, a las 23,50, Melisa González, de 17 años, caminaba por Marcelo T. de Alvear con rumbo a la casa de un amigo, desde el Colegio Ipem 95 Mariquita Sánchez de Thompson, cuando fue abordada por Juan Gabriel Herrera.
El agresor se desplazaba al comando de una motocicleta y descendió del rodado «exigiendo a Melisa que le diera un beso, momento en el cual se le cayó al piso de entre sus ropas un cuchillo, que inmediatamente recogió y volvió ocultar».
«Interponiéndose insistentemente en su camino, el acoso se prolongó por alrededor de unos treinta metros, y ante la negativa de Melisa a acceder a sus propósitos, sorpresivamente la tomó con sus manos y la condujo por la fuerza hacia el interior de un terreno baldío ubicado en la esquina Noroeste»
«Con ánimo homicida por su sola condición de mujer y con la intención de causar un mayor dolor y padecimiento, comenzó a golpearla con puños y pies, a la vez que le asestó con el arma blanca que portaba veintidós heridas de diferentes diámetros y direcciones varias en tórax, antebrazos, manos, mejilla izquierda y región cervical derecha, siendo las de mayor gravedad las recibidas a nivel de hemitórax izquierdo y en cuello, con daños vasculonerviosos, que demandaron su prolongada internación en la unidad de terapia intensiva del policlínico San Lucas», relató el fiscal.
Agregó que «las lesiones descriptas pusieron en peligro la vida y dejaron secuelas importantes en la movilidad de sus extremidades izquierdas hallándose la joven a la fecha en proceso de rehabilitación».
«Una vez concluida la agresión, Herrera corrió hacia el motovehículo, para inmediatamente tomar nuevamente su comando y alejarse rápidamente del lugar», precisó.