Boca Juniors y River Plate, ajenos a la lucha por el Campeonato de la Primera División, jugarán un superclásico por el orgullo antes de iniciar el jueves próximo sus respectivas series de octavos de final en la Copa Libertadores, máximo objetivo que comparten en el primer semestre del año.
El partido, que comenzará a las 16.15 con televisación de América, Telefé y El Trece, se jugará en La Bombonera y será el primero en ese escenario desde la recordada noche del 14 de mayo de 2015 cuando el duelo copero por la revancha de octavos fue suspendido en el entretiempo por una agresión con gas pimienta que los jugadores ‘millonarios’ sufrieron por parte de un grupo de hinchas ‘xeneizes’.
Darío Herrera, el mismo árbitro de aquel incidente que provocó la descalificación de Boca en la Libertadores 2015, será nuevamente mañana el encargado de controlar el superclásico sobre el maltratado césped del estadio ‘Alberto J. Armando’, que puede tener influencia directa para el desarrollo normal del juego.
Los dos equipos están con sus cabezas en el ámbito internacional, pues la lucha por el título del fútbol argentino les quedó demasiado lejos, producto de sus irregulares campañas. Boca marcha quinto en la Zona 2 con 17 unidades, once menos que el líder Lanús, que ya lo venció en La Fortaleza. River (13) se ubica noveno en la Zona 1, a ocho de los punteros Godoy Cruz de Mendoza y San Lorenzo.
De modo que el resultado de mañana no tiene incidencia en la realidad doméstica de ninguno pero sí puede ser un trampolín o bien un tobogán en el plano anímico, conforme el resultado entregue vencedores y vencidos.
Boca llega en un momento de recuperación, quizás en el período más próspero desde que Guillermo Barros Schelotto sucedió en la dirección técnica a Rodolfo ‘Vasco’ Arruabarrena. En lo futbolístico consiguió una identidad de juego y recuperó principalmente el buen nivel de Carlos Tevez, lo que le permitió adjudicarse el Grupo 3 de la Copa y sumar un par de goleadas en sus últimas presentaciones de local en el Torneo de Transición (Atlético de Rafaela 3-0 y Aldosivi de Mar del Plata 4-1).
River, por su parte, mostró una cara en la Libertadores, con su tranquila clasificación como primero del Grupo 1, y otra diferente en el campeonato argentino, pues el pasado domingo cortó una racha de cinco fechas sin ganar con el 1-0 logrado ante Olimpo en Bahía Blanca.
El ‘Mellizo’ no contará mañana con tres habituales titulares, uno por línea. El defensor ‘Cata’ Díaz y el delantero Federico Carrizo fueron preservados con vistas al compromiso del jueves próximo ante Cerro Porteño de Paraguay en Asunción; mientras que Andrés Cubas quedó descartado por lo que resta del semestre debido a la lesión ligamentaria en el tobillo derecho, que sufrió el miércoles en la goleada sobre Deportivo Cali de Colombia (6-2).
Como contrapartida, recuperará en el arco a Agustín Orión, ya repuesto de una dolencia muscular, y también al zaguero chaqueño Juan Manuel Insaurralde, que estuvo ausente el miércoles por acumulación de tarjetas amarillas.
En relación al partido con los colombianos, serán cinco las variantes del equipo: Orión por Guillermo Sara en el arco; Insaurralde y Jonathan Silva por el uruguayo Alexis Rolín y el colombiano Frank Fabra en el costado izquierdo de la defensa; Leonardo Jara por Cubas y Pablo Pérez por Andrés Chavez en la mitad de la cancha.
River, que el jueves visitará a Independiente del Valle de Ecuador en la altura de Quito, llegará hasta las horas previas con algunas incógnitas en su equipo, pues el DT Marcelo Gallardo sabe que algunos de sus titulares están agotados o al límite en lo físico y la cancha de Boca se presenta como un terreno de riesgo por sus amplios sectores con barro, especialmente sobre el costado cercano a los palcos, producto de fallas en el sistema de desagote.
Entonces, no es segura la presencia de Gabriel Mercado por la cantidad de partidos acumulados (incluidos los del seleccionado argentino), tampoco la de Jonatan Maidana (recientemente recuperado de un desgarro y reemplazado el jueves ante Trujillanos de Venezuela por un golpe en una rodilla) y mucho menos la de Andrés D’Alessandro, a quien el entrenador todavía no ve en condiciones físicas de poder sobrellevar dos compromisos por semana.
En cambio, sí estarán disponibles el zaguero Emanuel Mammana -respuesto de una pubalgia- y el delantero uruguayo Rodrigo Mora, que superó una molestia lumbar.
Boca y River jugarán el superclásico número 197 de Primera División en la era profesional. El ‘xeneize’ ostenta una diferencia a favor de nueve encuentros, producto de 72 victorias, 61 empates y 63 derrotas. Por torneos locales, River no le gana hace cuatro partidos y su última victoria correspondió al Torneo Final 2014, justamente en La Bombonera, cuando se impuso 2-1 con goles de Manuel Lanzini y Ramiro Funes Mori, bajo la dirección técnica de Ramón Díaz.
(Telam)