Por Agencia Télam – El papa Francisco pidió hoy la «cancelación» de la deuda externa de los países más pobres, al tiempo que renovó sus pedidos para la «abolición» de la pena de muerte, al hablar frente a los participantes de un seminario sobre «no violencia y paz justa» en el Vaticano.
«Deseo invitar a todos a sostener dos de los pedidos que he hecho a los responsables de los Estados en este Año Jubilar: la abolición de la pena de muerte donde esté aún en vigencia, junto a la posibilidad de una amnistía, y la cancelación o la gestión sostenible de la deuda externa de los Estados más pobres», aseveró el pontífice argentino Jorge Bergoglio.
«Es necesario trabajar por una paz verdadera a través del encuentro entre personas concretas y la reconciliación entre los pueblos y grupos que se afronta desde posiciones ideológicas opuestas y comprometerse para alcanzar esa justicia de la que las personas, las familias, los pueblos y las naciones sienten tener derecho, en el plano social, político y económico para cumplir su parte en el mundo», afirmó Francisco.
«Sabemos que solamente considerando a nuestro iguales como hermanos y hermanos podremos superar guerras y conflictos», agregó en su mensaje a los participantes del Congreso organizado por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz y el Movimiento Pax Christi.
El congreso, con el lema «La no violencia y la paz justa: contribuir a la comprensión católica y el compromiso con la no violencia», se desarrolla hasta mañana en Roma.
En esa dirección, el Papa pidió a los responsables de los Estados que renueven «sus relaciones con los otros pueblos, permitiendo a todos una participación efectiva e inclusión a la vida de la comunidad internacional, para que se realice la fraternidad también dentro de la familia de las naciones». Al respecto, señaló que esta realidad de la indiferencia afecta no solo a los seres humanos, sino también «al ambiente natural con consecuencias a menudo nefastas en términos de seguridad y paz social».
De este modo, Jorge Bergoglio invitó al desarme integral «creando puentes, combatiendo el miedo y llevando adelante el diálogo sincero y verdaderamente arduo», en un contexto en el que, aseguró, hay una «terrible tercera guerra mundial en pedazos que gran parte de la humanidad está viviendo en modo directo o indirecto».