Tras la imputación al viudo Marcelo Macarrón por el crimen de Nora Dalmasso, ocurrido el 25 de noviembre de 2006, el fiscal Daniel Miralles revalorizó el trabajó genético y forense del equipo de especialistas de Tribunales, quienes habían sido fuertemente cuestionados en el primer tramo de la investigación.
A casi 10 años del homicidio, el forense Martín Subirachs sostuvo que «el tiempo terminó ratificando» su trabajo y señaló en diálogo con el programa Poster Central, de FM Gospel, que «con el ADN, desde el punto de vista médico legal el caso esta resuelto, terminado”
«Fuimos muy cuestionados por la defensa en un principio. Siempre estuvimos convencidos de nuestro trabajo, desde que fuimos al lugar del hecho. No es la primera vez que trabajamos en este tipo de casos, más allá de lo excepcional por la mediatización que tuvo”, enfatizó.
Luego, agregó: «la técnica de trabajo sobre lo que se cuestionó en la toma de las muestras fue la misma que utilizamos siempre; dijeron que estaban contaminadas, demostramos que no y el tiempo nos dio la razón”
“Siempre dijimos que el acto sexual fue contemporáneo a la muerte por lo que vimos en la escena del crimen, por la toma de las muestras y lo que llegó después. Nunca hablamos de violación. No tenemos elementos científicos para afirmar eso”, precisó el médico forense. El argumento es clave para la fundamentación de Miralles sobre la imputación a Macarrón.
Subirachs ratificó que «Nora tenía lesiones de defensa y esto fue confirmado cuando declaramos a pedido de la defensa”
“El doctor Zabala determinó la presencia de semen y fue obtenido por esa relación sexual donde fue asesinada la víctima. Entiendo que el fiscal lo ha interpretado así. No hemos sido citados por el fiscal Miralles pero estamos a su disposición», expresó.
Para el forense riocuartense, «el ADN es una prueba científica que se utiliza para absolver ó culpar al acusado».
«Siempre dijimos que lograr determinar los perfiles genéticos era importante para la causa. Cuando llegaron los informes genéticos consideramos que desde el punto de vista médico legal el caso estaba resuelto, terminado”, advirtió en una definición que resulta clave para la investigación.
Subirachs hizo alusión, además, al impacto personal por las críticas que recibieron durante la instrucción de la causa. “El caso Dalmasso fue una experiencia única, un aprendizaje. También pasamos momentos feos, en lo personal y con mi familia. En tantos años nunca nos habían cuestionado. Hemos trabajado en casos públicos como el de Lorena Micaela Avila y el chiquito Flores y no fuimos cuestionados”, manifestó.
Agregó que «los tres forenses la pasamos mal, a todos nos afectó». «No fue un buen momento en nuestra carrera por cómo se mediatizó y nos cuestionaron. En tribunales tuvimos apoyo de poca gente. De todos modos, cuando uno está convencido debe avanzar. El tiempo nos dio la razón: las muestras nunca se contaminaron”, aseveró.