La Universidad ya formó en sus aulas a más de 22 mil profesionales no sólo de la región sino también de los más alejados rincones del país. El 1º de mayo será su cumpleaños y el recuerdo por este tiempo de vida académica dedicada a la comunidad estuvo presente en la ceremonia de graduación de este viernes.
PRENSA UNRC – A pocos días de celebrar sus 45 años de vida, la Universidad Nacional de Río Cuarto llevó a cabo este viernes su 250ª colación de grado, en la que recibieron sus títulos 103 nuevos profesionales, llegando a los 22 mil otorgados a jóvenes de la región y el país en lo que va de su trayectoria institucional.
En esta oportunidad, recibieron sus diplomas de grado y posgrado 22 egresados de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, 18 de Ciencias Económicas, 10 de Ciencias Exactas, 40 de Ciencias Humanas y 13 de Ingeniería.
La ceremonia de colación, como ya es habitual, se dividió en dos actos, que presidieron el rector Roberto Rovere y el vicerrector Jorge González, a quienes acompañaron en el estrado los decanos y vicedecanos de las distintas facultades, secretarios del Rectorado y otras autoridades universitarias, además de contar con la presencia de familiares, amigos y docentes de los graduados, quienes colmaron el Aula Mayor del campus, en un clima de alegría y emoción.
El decano de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, Guillermo Bernardes, fue el encargado de pronunciar las palabras de despedida a los nuevos profesionales en representación de las autoridades universitarias, mientras que en nombre de sus compañeros egresados hablaron, por la mañana, la comunicadora social María Constanza Benedetto y, por la tarde, la profesora en Historia Noelia Belén Kaufman.
Dirigiéndose a los graduados, destacó el decano que este es “el punto de partida de otra etapa en la larga carrera de la vida: su integración a la vida social, económica y productiva de la Nación. Les deseamos el mayor de los éxitos, pues sus éxitos serán los de toda la comunidad universitaria y en beneficio de la Universidad, de la Nación y de la educación pública, a la que consideramos el camino más sostenible para alcanzar el destino de grandeza que nos merecemos”.
María Benedetto, por su lado, invitó a sus compañeros de graduación a “cambiar rumbos enteros en la historia” y que “juntos podamos seguir creyendo, podamos seguir creando y podamos seguir creciendo”.
Noelia Kaufman, en tanto, reflexionó: “Entendemos que con la participación de todos los claustros, la democracia dentro de la Universidad se vive y se respira. Y es una experiencia muy importante que nos brinda el paso por esta institución, un baluarte que debemos proteger y reforzar por las instituciones que transitemos, ya sea como profesionales o como ciudadanos. Es nuestro deber como graduados de la educación pública comprometernos con la sociedad y con la educación ya que es una herramienta fundamental para consolidar una democracia política, civil y social que nos ayude a resolver los problemas cotidianos con justicia social, más inclusión, respeto e igualdad”.
45 años de una gesta épica
Bernardes recordó asimismo en sus palabras que el próximo 1º de mayo “va a ser un día muy especial para la Universidad Nacional de Río Cuarto, cumplirá 45 años de vida. Esta Universidad, fue la resultante de la eclosión de un estado de conciencia colectiva, reflejado en un movimiento comunitario de características singulares que por su fuerza, su organicidad y la claridad de sus propósitos pudo lograr un final exitoso”.
Agregó el decano: “Fue una gesta épica y un hito trascendente de todos los sectores sociales de la ciudad y poblaciones vecinas, con el propósito de desarrollar actividades de docencia, investigación y extensión, para de esa manera dar respuesta integral a los problemas y necesidades socio-económicas de la región. Su signo distintivo fue el protagonismo de los jóvenes provenientes de todos los sectores y principalmente del campo estudiantil, a los que se sumaron todos los demás sectores de la vida ciudadana, porque participaron tanto las organizaciones empresariales como las sindicales y profesionales, y también las instituciones culturales, deportivas, educacionales y de servicios”.
Revertir la tremenda injusticia social
Asimismo, el decano de Agronomía y Veterinaria también recordó que el 1º de mayo se conmemora el Día del Trabajador. Dijo en ese sentido: “Permítanme, que en nombre de la Universidad envíe un saludo a todos ellos y también a todos aquellos que pudiendo y queriendo no lo son, pues las políticas implementadas los han transformado en desocupados. Ustedes, egresados, se van a insertar a la actividad económica y social en un momento en que los poderosos del mundo siguen considerando que las personas importan poco, en donde prevalecen los privilegios y los intereses de esos sectores. Y es en este contexto donde quienes egresamos de una universidad pública adquirimos la verdadera relevancia, la verdadera dimensión. Es nuestro deber, es nuestra obligación desempeñarnos con acciones que tiendan a revertir esa situación de tremenda injusticia social”.
Preocupación por el recorte presupuestario
En otro párrafo de su discurso, el profesor Bernardes hizo pública la “enorme preocupación que por estos días subyace en el sistema universitario nacional debido al recorte de un 10% de su presupuesto y la demora en el envío del dinero para el normal funcionamiento de cada una de las universidades nacionales”.
Enfatizó: “Consideramos que la inversión en educación, ciencia y tecnología es la herramienta que permite que una nación sea más equitativa en lo sociocultural, más justa y soberana. No vamos a permitir que los saberes universitarios sean desnaturalizados. Una universidad pública no debe ser medida ni debe orientarse por el valor del lucro, sino por el sentido de su principal función social, que es formar profesionales independientes y creativos como ciudadanos dignos y futuros dirigentes”.
Cambiar rumbos en la historia
Por su parte, al hablar durante el acto de la mañana, la graduada María Constanza Benedetto remarcó: “La Universidad Nacional de Río Cuarto no forma solamente profesionales, forma personas, personas con conciencia de que el mundo no se acaba en la teoría de tal o cual autor, personas que saben que más allá del aula, del laboratorio o de la oficina existe un mundo que es distinto, que es diferente, que es desigual”.
Agregó: “Hoy nos vamos de este auditorio convertidos oficialmente en profesionales, tras lo cual invitó a sus compañeros egresados a reflexionar sobre “el poder que esta nueva herramienta nos da para tomar decisiones y cambiar rumbos en la historia”.
Consideró en este sentido: “Un profesional no es un actor económico, no es una pieza de ajedrez en el tablero del mercado. Es una persona, sumergida en su propio mundo de vínculos y subjetividades, que lo transforman en un agente de cambio. Por eso, nos invito a que tengamos en claro que ninguna decisión es intrascendente, ninguna subjetividad es menos importante y que el esfuerzo conjunto de todos nosotros realmente vale y es capaz de transformar”.
Esfuerzo, convicción y determinación
En el acto de la tarde, en representación de los graduados, hizo uso de la palabra la profesora en Historia Noelia Belén Kaufman, quien dijo: “Hemos llegado a esta instancia con gran esfuerzo, convicción y determinación y con el respaldo afectivo de nuestras familias, amigos y compañeros. Por eso quiero agradecerles a todos en nombre de todos los graduados”.
“Agradecemos a todos los claustros que trabajan día a día para que esta casa de estudios abra sus puertas y que en las próximas semanas celebrará su aniversario número 45, un periodo durante el cual esta Universidad se comprometió con las necesidades de la región y del país”, agregó.
Expresó: “Como graduados debemos reconocer y agradecer la labor del claustro docente que, además de su actividad dentro del aula, contribuye al descubrimiento y profundización de nuevos saberes desde la actividad científica. Como investigadores, bajo diferentes enfoques, permiten la producción y difusión plural y democrática del conocimiento. Hago extensivo el agradecimiento a los compañeros estudiantes y graduados que participan en las instancias deliberativas de nuestras facultades y en la Universidad donde son representantes de nuestras demandas y defensores de nuestros derechos, que no son más que los derechos de la educación pública. Agradecemos también al claustro nodocente porque de ellos depende en gran parte el funcionamiento institucional”.
La ceremonia
Los dos actos en los que se dividió la ceremonia de colación de grado tuvieron lugar en el Aula Mayor del campus, colmado ante la presencia de los allegados a los nuevos profesionales.
En esta ocasión, recibieron sus diplomas egresados provenientes de distintas poblaciones de Córdoba y de otras provincias argentinas, entre ellas de Santa Fe, Mendoza, La Pampa, San Luis, Misiones y Capital Federal.
El momento más saliente de ambos actos constituyó el juramento de rigor que hicieron los graduados para el ejercicio de sus respectivas profesiones, el cual estuvo a cargo del rector Roberto Rovere.
Como una particularidad, el rector invitó a los padres de los graduados a ponerse de pie para que juren junto a sus hijos. Así lo hicieron expresando su compromiso por la vida, los Derechos Humanos, la defensa del medio ambiente, el respeto a la Constitución Nacional y la defensa de la educación pública en un marco de democracia social.
En tanto, el aporte artístico por la mañana estuvo a cargo del profesor Fabián Giusiano, coordinador del Taller de Tango del Departamento de Cultura perteneciente a la Secretaría de Extensión y Desarrollo de la UNRC, quien junto a su compañera Sol Isis danzaron al compás de Milonga Brava y El Llorón.
Por la tarde, en cambio, bailaron un gato y una zamba Ana Ruth Vera, quien en esa misma ceremonia recibió el título de Licenciada en Administración, y David Canavesio. La música estuvo a cargo del guitarrero entrerriano Hernán Brambilla.