Unos 140 mil ricoteros llegaron a Tandil para ver al Indio Solari

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El fenómeno ricotero-solariano hace vibrar a una ciudad como Tandil con su música, sus fans, su pasión y una misa previa que es única e indescriptible.

Unas 140 mil personas – más que la población estable de Tandil, que cuenta con 130 mil habitantes- llegaron a la localidad para presenciar el show  en el hipódromo local.

La zona del lago donde se encuentra el dique, la avenida camino al Calvario, la calle Espora, la avenida Alvear y el centro mismo de la ciudad están atestados de carteles, pasacalles y gigantescas banderas que rezan frases célebres del ídolo, integrante, hace años, de la banda los Redonditos de Ricota.

«Seguimos al Indio desde que formaba parte de los Redonditos de Ricota y hoy esperamos, una vez más, este recital. Tanto como aquel que fuimos a ver el primer día. Esto es magia, alegría, amistad y pasión por un ídolo», dice con lágrimas en los ojos Gérman quien se envuelve en la bandera como si tuviese mucho frio.

Mientras tanto, allá a lo lejos se observa otra bandera que dice «Nadie podrá matarte en mi alma». Son tres amigas (Rocío, Julia y Nadia) de la ciudad bonaerense de Olavarria, quienes llegaron hoy a Tandil para ver al Indio.

Por su parte, Máximo, Natalia, Darío, Miriam, Raquel y Sofía cuentan que llegaron hace tres días a Tandil desde la provincia de Chubut, para hacer la previa a este primer recital del 2016 que se brindará esta noche.

«Trajimos una bandera que reza `Indio, sos la alegría por lo que mi mundo gira´, es la que nos acompaña a cada uno de los recitales que vamos», dice Sofía, y agrega: «Esta misa-vigilia que hacemos es para ratificar una vez más que el rock y el Ìndio están en nuestras venas.

En una de las tantas carpas instaladas en la zona del lago tandilense, otra bandera se destaca: «El solo pensar me hechiza», proclama.

Son un grupo de diez amigos que llegaron hoy desde la provincia de Salta, para ver por quinta vez al Indio Solari arriba de un escenario.

A lo largo del recorrido, son miles los puestos de choripanes, venta de hamburguesas, remeras, vinchas, calcos, sombreros que se ofrecen. Como lo hace con una gran sonrisa Micaela de Catamarca quien dijo «acá se fomenta la amistad, el compañerismo y la pasión. Es nuestro ídolo quien logra esta mística que se va pasando de generación en generación».

Quienes también se ven beneficiados con este tipo de espectáculos son los comerciantes de la ciudad y la zona, ya que las ventas para esta fecha crecen notablemente.

Así lo cuenta Fabiana una comerciante de comidas rápidas en la zona del Calvario «trabajamos de 7 a 23 horas sin parar y las ventas crecieron muchísimo. Se compra mucha pizza, hamburguesa, fritas y panchos y bebidas frescas para tomar en el momento» comentó.

Tandil parece hoy otra ciudad, no solo se duplicará a lo largo del día su población, sino centenares de micros de larga distancia, combis y vehículos particulares circulan de manera constante por sus calles comparándola con una «Buenos Aires en miniatura».

El servicio de seguridad funciona como fue planeado por parte del municipio local como también por miembros de la organización, quienes han dado a conocer que hasta ahora no se ha producido ningún tipo de disturbios en la vía pública.

(Telam)

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