Son dos condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad contra abel David Dupuy, entonces jefe del Penal 9 de La Plata, e Isabelino Vega, el subjefe. Ambos represores habían sido condenados a prisión perpetua en 2010.
La Corte Suprema ratificó dos condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en la cárcel Unidad 9 (U9) de La Plata en perjuicio del años después premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y de los periodistas Eduardo Jozami y Eduardo Anguita, entre numerosas víctimas.
En su último acuerdo, y con la firma de Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, la Corte declaró «inadmisible» un recurso presentado por el defensor Fernando Rey en representación de los represores Abel David Dupuy, entonces jefe de la prisión e Isabelino Vega, subjefe. Ambos represores habían sido condenados a prisión perpetua en 2010 en un fallo ratificado en 2014 por la Cámara Federal de Casación Penal y ahora por el máximo tribunal.
Entre las víctimas de «homicidios calificados» cometidos por represores de la U9 se encuentran Dardo Cabo, Roberto Rufino Pirles, Angel Georgiadis, Horacio Rapaport, Juan Carlos Deghi y Marcos Ibáñez Gatica.
El juicio tomó en cuenta, también, los tormentos seguidos de muerte de Alberto Pinto y la privación ilegal de la libertad de Julio Cesar Urien, Horacio Micucci, Juan Gramano, Guillermo Segalli, Gonzalo Carranza y Miguel Alejandro Domínguez.
En el juicio se consideró acreditado que en la Unidad 9 “coexistió a la par del régimen penitenciario formal, un régimen de represión ilegal el cual se caracterizó por la práctica sistemática de imposición de tormentos a los presos políticos” con el objeto de “quebrar su resistencia física y moral y de lograr su despersonalización».
Además, se constató «la comisión de homicidios dentro y fuera del penal, y desapariciones forzadas y privaciones ilegales de la libertad, hechos que implicaron el funcionamiento dentro de la cárcel de un verdadero centro clandestino de detención, tortura y muerte” cuya dirección ejerció Dupuy desde diciembre de 1976.
«Posibilidad de Justicia»
Ex compañeros de militancia de Alberto Pinto, quienes estuvieron detenido junto a él en la U9, manifestaron su alegría por el desenlace de la causa. “Si bien era sabido que se definiría una sanción como ésta, por las pruebas y la gran cantidad de testimonios que se prestaron, es una posibilidad de justicia para los que ya no están”, indicó Héctor Ortiz, uno de los últimos en ver a Pinto con vida en el penal.
Señaló que, del mismo modo, fue una muestra del buen trabajo que realizaron todos los que participaron de la querella y reconoció la actuación del tribunal, “que hace años demuestra ser más que justo en sus decisiones”, aseguró Ortiz.
– ¿Qué significa para quienes estuvieron detenidos en el penal esta resolución?
Es un aire fresco para la búsqueda de la verdad. Mi sentimiento está con la familia de Alberto Pinto y de todos los que fallecieron en la cárcel. Así se desenmascaran quienes ocultaron por tantos años lo que realmente había sucedido.
Por su parte, el fallecido Carlos Bettiol, quien fue trasladado junto a Pinto el día que le dio el ataque de epilepsia y fuera duramente golpeado, habìa señalado que “es importante que se haga justicia, quizás para quienes fuimos víctima de estas violaciones el veredicto toma más valor, pero es un paso importante en las causas de lesa humanidad”.