Parte indisoluble de la rica historia de “Saxos y Asociados”, con más de 15 años de continuidad, incorporó su nombre al acervo cultural de la ciudad.
El 15 de febrero de 2010, la muerte de Carlos Granado conmovió a todos los riocuartenses. El talentoso músico local dejaba una estela de grandes momentos con el arte.
Granado había nacido en Río Cuarto el 14 de enero de 1940 y siempre vivió en esta ciudad. Se recibió de bachiller en el Colegio Nacional en 1959 y desde entonces se dedicó plenamente a la música. Ya en 1953, con apenas 13 años, había debutado en Radio Ranquel en el programa “El Club de la Niñez”.
En 1954, comenzó sus actuaciones en distintas salas de la ciudad, tocando en la orquesta “Tropical”. Luego integró un cuarteto de tangos y al año siguiente se sumó al conjunto “Dany y sus Muchachos”.
En 1957 fue convocado como pianista estable de la jazz Espectáculos Los Cuervos de la que se separó dos años después. Se sumó al nacimiento de “Jazz Los Halcones” hasta que en 1960 formó su primer conjunto “Estrellas de Medianoche”.
Requerido por el Servicio Militar, en la Marina de Guerra integró la Banda del Arsenal de Artillería Zárate, como interprete de saxo soprano. De regreso, se reincorporó a Los Cuervos y en 1966 representó a Río Cuarto en el Festival de Tango de La Falda.
Ya en 1979 se inició como solista, condición en la que cimentó su reconocimiento en los medios. En 1983 fue cofundador del Jazz Ensamble.
Junto a Miguel Ángel Velázquez y Víctor Alturria realizó una gira por Inglaterra, Holanda y Bélgica. De regreso fue convocado para formar parte de una embajada de tangos que recorrió distintos escenarios de Brasil.
Parte indisoluble de la rica historia de “Saxos y Asociados”, con más de 15 años de continuidad, incorporó su nombre al acervo cultural de la ciudad.
Arreglador impecable, interprete imaginativo y personalidad entrañable, se ganó el título de Ciudadano Ilustre de Río Cuarto que se entregó hace dos años.