Un matrimonio que volvía de vacaciones en Bombinhas paró en Passo Fundo, sobre la ruta brasilera BR285 para cargar combustible. El hombre, mientras que el auto se abastecía, fue al baño. Su mujer, que dormía en el asiento trasero, se despertó y bajó a comprar galletitas. Después de llenar el tanque, el conductor partió, dejando atrás a su mujer. En el asiento delantero estaba el hijo de 14 años jugando con el celular.
Cuando la mujer volvió de sus compras, se dio cuenta que estaba sola y se desesperó. Lloraba sin parar. Según el gerente del puesto de gasolina, Edgar Francisco Marques, el vehículo, un Fox negro, paró cerca del mediodía de ayer. «Ella entró en pánico. Comenzó a llorar, diciendo que el marido la había dejado. Pensé que era una broma, imaginando que el hombre fue a dar una vuelta y retornaría. Pero después me di cuenta de que no era así. Tuvimos que calmarla y darle agua, pero la señora no paraba de llorar”, contó Marques.
Con la ayuda de los trabajadores de la estación de servicio, la mujer, de nombre Inés, intentó llamar por celular al marido, pero estaba fuera del área de cobertura. La mujer no sabía qué hacer, porque estaba sin documentos, sin dinero y sin teléfono en un país extranjero.
Los empleados del puesto de gasolina, llamaron a la Policía Rodoviaria de Passo Fundo, que envió a varios policías al lugar y llevaron a la mujer hasta un puesto policial.
La Policía hizo contacto con sus colegas de Ijuí y de Sarandí, para que estén atentos por si el auto argentino pasase por los puestos de control para ser abordado y retornar a buscar a su esposa.
Luego de hacer 100 km desde la estación de servicio el marido fue abordado por la policía y se asustó. Según dijo a los policías, «no me di cuenta” de que mi esposa no estaba en el auto. Cuando regreso a buscar a su mujer, luego de más de dos horas, ella a los gritos le recriminaba al marido y llenó de golpes y patadas al auto.