Fernando Sassaroli conoció a Pirata luego de que un amigo de Buenos Aires le comentara que había visto la historia que contó Telediario el 12 de enero y que luego fue replicada en los medios de comunicación de todo el país. Emocionado, fue a conocerlo e intentó adoptarlo, pero Pirata se bajó de su camioneta y regresó al Hospital. Ahora, con su esposa lo visitan a diario e intentan construir un vínculo con el animal para integrarlo a su familia.
La conmovedora historia
Llegó hace tres meses con su dueño cuando éste debió ser intervenido quirúrgicamente y finalmente falleció. Desde entonces, el perro aguarda en el cuarto piso del Hospital San Antonio de Padua. Una historia de amor incondicional.
Duerme apostado sobre la puerta de la habitación 404 y recorre los pasillos del cuarto piso del hospital desde hace más de tres meses.
Siguió a su dueño, quien fue internado y operado en el Hospital San Antonio de Padua y desde entonces no se alejó de la habitación donde estuvo hasta que falleció.
El protagonista de esta historia de amor incondicional se llama Pirata.
Pese a que hubo intentos para retirar al perro de las instalaciones, Pirata siempre vuelve al cuarto piso y a dormir en la puerta de la habitación 404. Por eso, los médicos, enfermeros y familiares de pacientes lo adoptaron, lo alimentan y fueron ellos quienes le dieron el nombre.