El minuto de silencio observado en las calles francesas marcó el segundo de tres días de duelo decretado por el presidente Francois Hollande por los ataques del Estados Islámico (EI), que según dijo hoy el mandatario, fueron «planificados en Siria» y perpetrados «con complicidades en Francia».
Miles de personas enmudecieron hoy en Francia y numerosas ciudades del mundo en un silencioso y emotivo homenaje a las víctimas de la ola de atentados que el viernes pasado sacudió a París y causó la muerte de 129 personas y heridas a unos 350, entre ciudadanos franceses y de otras 18 nacionalidades.
El homenaje del mediodía y las concentraciones espontáneas en las calles se realizaron entre miradas cabizbajas de desconocidos tomados de la mano que entonaron la Marsellesa, el himno nacional francés, en puntos de París y otras ciudades francesas, que volvieron a amanecer con banderas a media asta.
Para el minuto de silencio, el jefe del Estado francés eligió la Universidad de la Sorbona, en el céntrico Barrio Latino de la capital, rodeado de profesores y estudiantes como muestra simbólica del perfil de muchas de las víctimas, asesinadas en lugares de ocio la noche del viernes.
El primer ministro Manuel Valls y la ministra de Educación Najat Vallaud-Belkacem acompañaron a Hollande, mientras que en el Ayuntamiento de París, su alcaldesa, Anne Hidalgo, se reunió con más de un millar de trabajadores del consistorio y de cargos alrededor de ese mismo dolor, al que siguió el himno nacional.
En la plaza de la República, donde los parisinos levantaron un memorial de mensajes y cirios, se citaron varios centenares de asistentes pese al veto temporal de las autoridades a manifestarse.
En las arterias subterráneas de París, al dar las 12, el subte o «metro» se detuvo durante 60 precisos segundos, al igual que los colectivos y tranvías.
Los trenes de cercanías no se pararon por seguridad, pero a través de los megáfonos se invitó a un instante de reflexión.
Las ondas de la emisora pública Radio France también perdieron la voz, tras lo cual arrancó la marcha fúnebre de Beethoven.
Esas mismas imágenes y expresiones se repitieron en otros lugares de la geografía francesa.
En la Plaza de la Comedia de Montpellier, en el suroeste del país, varios centenares de viandantes se congregaron alrededor de la escultura central de las Tres Gracias, al igual que en Estrasburgo, al noreste.
Siguiendo a Francia, desde Madrid a Berlín, pasando por Nueva York, Londres o Roma, miles de personas guardaron también un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de los atentados de París y en repulsa a los mortíferos ataques yihadistas.
Así se sumaron varios países a ese momento de respeto y mostraron su solidaridad a París, al igual que hicieron a esa hora los líderes europeos que participaban en la cumbre del G20 en la ciudad de Antalya, el suroeste de Turquía.
Mientras que ayer todos los jefes de Estado y gobierno presentes en la reunión guardaron un minuto de silencio, hoy lo hicieron de nuevo la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; el jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, flanqueados por banderas de Francia y de la Unión Europea (UE) con crespones negros.
También estuvieron presentes en este homenaje el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y en el centro de todos ellos el canciller, Laurent Fabius.
En solidaridad con París, en Berlín el transporte público paró durante un minuto y la puerta de Brandeburgo, en cuyas proximidades se ubica la embajada de Francia en Alemania, acogió a cientos de personas que guardaron un minuto de silencio.
En Italia, distintas instituciones guardaron silencio y representantes del Ejecutivo se congregaron en el patio de la sede de la presidencia de Gobierno, en Roma, donde se leyó un mensaje en el que se expresó la cercanía a los «hermanos franceses».
En Londres, la ministra de Interior británica, Theresa May, acudió a la embajada de Francia, mientras en Escocia la ministra principal, Nicola Sturgeon, se sumó a esa muestra de respeto en su despacho, junto a otros miembros de su gobierno.
En el mundo deportivo, los jugadores de la selección de fútbol de Inglaterra rindieron tributo a las víctimas antes del comienzo de su entrenamiento en el campo del club londinense Tottenham Hotspur, en la víspera del partido amistoso que disputarán mañana frente al combinado de Francia en Wembley.
España también mostró su solidaridad con Francia y guardó un minuto de silencio, que se siguió en las sedes gubernamentales, el Parlamento, todos los organismos oficiales y los centros de trabajo, un homenaje al que se sumó el rey Felipe VI desde su despacho.
Grecia manifestó su dolor con un minuto de silencio en el palacio Presidencial, una ceremonia a la que asistió el embajador francés y otras personalidades y tras el cual el presidente del país, Prokopis Pavlopulos, presentó las condolencias de todo el pueblo griego y aseguró a Francia la solidaridad de Atenas.
En Lisboa, el primer ministro en funciones de Portugal, Pedro Passos Coelho, y los embajadores de los socios de la UE guardaron un minuto de silencio en el Palacio de Sao Bento, acto al que asistió el ex presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, de visita en el país.
Por otra parte, el Tribunal de Justicia de la UE, con sede en Luxemburgo, se unió al homenaje a las víctimas de los atentados de París y los miembros y el personal de la corte se reunieron simbólicamente en torno a la estatua de «El pensador», del francés Auguste Rodin, expuesta en el centro de la galería.
Al otro lado del Atlántico, la Bolsa de Nueva York también se quedó en silencio y el campanazo de inicio de la sesión lo dio un militar condecorado nacido en Francia y nacionalizado estadounidense.
Mientras que en India, miles de personas guardaron un minuto en silencio en distintas ciudades, incluyendo en Mumbay, donde ciudadanos indios musulmanes gritaron consignas en contra del EI por los atentados de París.