El gobernador José Manuel De la Sota, junto a funcionarios provinciales, entregó viviendas del barrio 10 de Junio en la Capital alterna de la provincia.
Tras encabezar un acto de entrega de viviendas, el gobernador José Manuel De la Sota hizo referencia a la imputación al ex subjefe de la Unidad Departamental, Leonardo Hein, y resaltó que “los que estén vinculados con el narcotráfico merecen perpetua”.
“Pedimos que haya penas graves para todos. Para el gran narco, como para el que vende poquito”, subrayó.
Sobre la acusación a Hein, De la Sota lanzó que «tiene alguna vinculación, el juez que lo ha imputado -Carlos Ochoa- debe investigar en serio»
«Estamos medio acostumbrados que en Río Cuarto hacen imputaciones y después no se esclarece nada. Tenemos tantas iniciativas judiciales que quedan en el olvido… ¿Cuántas madres hay que lloran porque no se encontró al autor de un asesinato ó una desaparición?. Eso es muy malo», afirmó.
Agregó que en el caso de la lucha contra el narcotráfrico, «la Provincia ya no tiene nada que ver y la Fuerza actualmente está al mando de la Justicia»
«Yo me entero de los procedimientos porque los publican ustedes y lo publican bastante poco», aseguró en crítica a la prensa.
Entrevista al legislador Luís «Tin» Sánchez
«El problema es la política de Seguridad»
Entrevista al doctor Alberto Bertea, ex secretario de Seguridad y ex titular del Tribunal de Disciplina:
«Citación»
La legisladora Liliana Montero, reelecta por Córdoba Podemos, presentó un proyecto de resolución de citación a Marcos César Farina, para que informe sobre los efectivos que revistaron en la División de Drogas Peligrosas de la Policía entre el año 2007 hasta la disolución del área.
El requerimiento se refiere a las investigaciones realizadas por presuntos vínculos de los uniformados con el narcotráfico, los resultados de las mismas y la situación actual de los involucrados.
La iniciativa propone «citar al ministro de Gobierno y Seguridad Marcos Cesar Farina, en los términos del artículo 101 de la Constitución de Córdoba para que, en un plazo no mayor de 48 horas, concurra al recinto de la Legislatura a fin de brindar informes sobre las situación actual, investigaciones que se llevaron adelante y resultados de las mismas sobre todos los uniformados que revistaron en la División de Drogas Peligrosas de la Policía de la provincia entre el año 2007 hasta la disolución de dicha área».
En un comunicado, la legisladora indicó que «ésta imputación puso nuevamente en la mira a quienes han estado vinculados a la División de Drogas Peligrosas».
«Una vez más nos encontramos con altos oficiales de la policía involucrados en hechos que los vinculan al crimen organizado del narcotráfico», señaló Montero.
La legisladora advirtió sobre la gravedad que el Gobierno de la provincia no «haya dispuesto mecanismos investigativos que permitan sanear la fuerza policial, una vez destapado el narcoescándalo del año 2013»
El caso del narcoescándalo comenzó en 2013 cuando cinco efectivos de la policía integrantes de Drogas Peligrosas, imputados por vínculos con el negocio del narcotráfico fueron detenidos por orden del fiscal federal Enrique Senestrari.
Aquellas instancias, derivaron en la renuncia del entonces ministro de Seguridad y del jefe de Policía de Córdoba, los comisarios Alejo Paredes y Ramón Frías, lo que desató una crisis dentro del sistema de seguridad de la provincia de Córdoba.
«Alguna relación tienen»/strong>
«Si los dos están en la misma causa alguna relación tienen» señaló el fiscal Federal Guillermo Lega sobre el narco Adrian Grich y el ex jefe de Drogas Peligrosas y ex subjefe de la Unidad Departamental Leonardo Hein, imputado en la causa por el hallazgo de 28 kilos de estupefacientes en Buenos Aires.
Grich y Hein se conocerían desde hace 8 años y habría llamadas entre ambos que fueron analizadas por el Juzgado Federal.
Para Lega, Hein participó de las maniobras de comercialización de estupefacientes, aunque se intenta determinar si tenía una participación necesaria ó secundaria. En el caso de Grich, sería la persona encargada de vender la droga que se trasladaba desde la Capital hacía Río Cuarto.
«La ventana»
Adrian Carlos Grich es considerado «la ventana» que permitió comenzar a revelar la trama de comercialización de drogas en la que aparecen involucrados tres gendarmes y comisario Leonardo Hein. El comerciante de 40 años que tenía pedido de captura tras el mega operativo en la Terminal de Omnibus y que se entregó días después junto a sus abogados, es el único de los imputados que aparece acusado en las dos causas: la de los «narcogendarmes» y por el hallazgo de 28 kilos de droga en amplios procedimientos en Lomas de Zamora.
Según admitió su abogado, el doctor Benjamìn Valverde, Grich está acusado en los dos casos por «formar parte de una organización delictiva para la venta y distribución de estupefacientes – Artículos 5 y 11 del Código Penal, inciso C-»
Esta mañana, Grich se presentó a indagatoria en el Juzgado Federal, aún conmocionado tras la citación de Hein, y se abstuvo de responder preguntas. Es uno de los tres civiles acusados en la causa de los narcogendarmes, junto a Daniel Correa y su pareja Belén López y se investiga su presunto nexo con Hein, quien se encuentra imputado pero permanece libre.
El primer hecho
El procedimiento en la Terminal de Omnibus comenzó cuando una mujer de 25 años acompañada por dos efectivos de Gendarmería retiró una encomienda y fue sorprendida por agentes de la Policía Federal vestidos de civil. Allí se pudo corroborar que se trataba de cocaína que había llegado a través de un paquete similar a una caja de zapatos enviado desde Orán, en Salta.
Uno de los detenidos se descompuso en medio del operativo -habría intentado huir por el sector donde se encuentra la parada de taxis- y debió ser asistido por personal mèdico.
La actuación policial sorprendió a pasajeros y trabajadores que se hallaban en el sector, en un momento del día con fuerte afluencia de público.
La investigación que se inició hace dos años incluyó allanamientos en otras viviendas de la ciudad y de la localidad de Holmberg, donde está el puesto de Gendarmería y residen los efectivos detenidos.
Agentes de la Federal irrumpieron en una vivienda sobre la villa Ranqueles, a metros del puente colgante, donde vive la mujer detenida. Su esposo ya no estaba en el lugar y no hubo secuestro de estupefacientes.
Al mismo tiempo, personal policial realizaba dos allanamientos en Holmberg. Uno de ellos, se efectuó en calle Independencia al 600 donde resultó detenido el tercer gendarme y se logró secuestrar documentación y elementos vinculados a la causa.
Segundo hecho
El Juzgado Federal de Río Cuarto secuestró en varios allanamientos más de 28 kilogramos de droga a banda narco con vínculos en la ciudad.
Según informó Lucia Storani, secretaria del Juzgado a cargo del doctor Carlos Ochoa, la investigación se inició en marzo tras un procedimiento en la Provincia de Buenos Aires y luego, se efectuaron varios allanamientos, algunos de ellos en Río Cuarto.
Por el hecho, hay tres personas detenidas -dos de origen boliviano y un riocuartense- y otros dos pedidos de captura para una persona oriunda de nuestra ciudad y otra, con domicilio en Lomas de Zamora. También hay una mujer con prisión domiciliaria.
El primer secuestro se produjo tras la detención de un ciudadano boliviano que transitaba en su automóvil por Buenos Aires. Allí los efectivos de la Policía Federal encontraron 6 kilos de cocaína.
Posteriormente, en una precaria vivienda de Lomas de Zamora fue ubicada una cocina de droga con 22 kilos del estupefaciente fraccionado. En total, en todo el operativo se secuestraron 28 kilos de cocaína y 700 gramos de marihuana, incautados en una vivienda de Río Cuarto.
Video operativo en Terminal de Omnibus
Operativo en vivienda próxima al puente colgante, donde vivía la mujer detenida
Detención de gendarme en vivienda de Holmberg, informe
Testigos
Los choferes de AOITA se vieron sorprendidos por el mega operativo de la Policía Federal en la Terminal de Omnibus, donde se secuestraron más de 3 kilos de cocaína y fueron detenidos 2 gendarmes y una mujer. Horas después, se concretó la detención de otro gendarme en su vivienda de Holmberg.
Sergio Benavídez, secretario general de AOITA, relató en diálogo con Telediario el operativo que conmovió a la Terminal.
A pasiva
El comisario Leonardo Hein fue pasado a situación pasiva tras la imputación de encubrimiento, incumplimiento de los deberes de funcionario públicos y tráfico de influencias en una causa por drogas que investiga el Juzgado Federal. Así lo precisó en diálogo con TD Digital el presidente del Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario, Martín José Berrotarán.
El funcionario destacó que fueron notificados ayer sobre la situación de Hein y resolvieron pasarlo «a situación pasiva».
«Se han enviado las notificaciones a la Unidad Departamental del Departamento Colón para informar de la medida. La condición pasiva implica la retención del armamento y su credencial, el apartamiento de su trabajo y la retención del 70 por ciento del salario», precisó.
Añadió que «esta resolución se toma para evitar que pueda interferir en la investigación y se mantendrá hasta que se entienda concluida esa etapa de la instrucción».
Según precisó la doctora Lucía Storani, hasta el momento, no existen vínculos entre Hein y la causa de los «narcogendarmes» -tal como confirmaron los abogados defensores de los imputados a TD Digital-, sino que fue relacionado al caso por el secuestro de drogas de 28 kilos de droga en Lomas de Zamora a través de unas escuchas telefónicas. Hein habría intentado entorpecer la investigación para favorecer el procedimiento de comercialización.
Por su parte, el fiscal federal Guillermo Lega resaltó que las pericias telefónicas son esclarecedoras sobre la situación de Hein y consideró que debería quedar detenido.
El comisario Hein habría despistado a los investigadores con su intervención mientras era segundo jefe de la Departamental.
«A disposición»
Al concluir una indagatoria de casi 4 horas durante la mañana del lunes, el comisario Hein habló con la prensa y negó las acusaciones en su contra. Además, aseguró que está a disposición de la Justicia.
«Hoy me presenté conforme al requerimiento desde el Juzgado Federal conforme a lo que me han solicitado. Todavía no he accedido a la causa», indicó.
Luego, añadió: «Me pongo a disposición entera. No voy a hacer ninguna conjetura. He informado a la superioridad y cumplo con este trámite administrativo y procesal. Presté declaración como corresponde. Es muy temprano para hablar de pruebas», subrayó.
De posible jefe, a «exiliado»
Foto: comisario Hein – archivo –
Tras la confirmación por parte del Juzgado Federal de la imputación al comisario Leonardo Hein en una causa por tráfico drogas, se sumó otro fuerte cimbronazo a la Policía cordobesa tras el narcoescandálo que descabezó a la División Drogas Peligrosas.
Hein había sido titular de la unidad antinarcóticos en Río Cuarto y en octubre de 2013 fue designado como segundo jefe de la Unidad Departamental junto al comisario mayor Oscar Zuin.
En mayo de 2015, el actual jefe de la Policía cordobesa, Julio Suárez -investigado por amenazas a un periodista cordobés- removió a todo el Estado Mayor para «oxigenar» la institución. Entre los jefes desplazados se encontraba el comisario general Miguel Ángel Casteló, quien se desempeñaba como director de Departamentales del Sur.
En esa depuración, el comisario inspector Leonardo Hein fue trasladado a la Regional Colón, donde se hizo cargo de la Brigada de Investigaciones.
Anteriormente, Hein también había cumplido funciones en las zonas de inspección en el sur provincial y surgía como el principal sucesor de Zuin hasta que «sorpresivamente» fue alejado de la Departamental Río Cuarto.
Levantamiento de sumario
Tras levantarse el secreto de sumario en la investigación a tres gendarmes y tres civiles riocuartenses, presuntos integrantes de una banda de comercialización de drogas, y el secuestro de 28 kilogramos de drogas en Buenos Aires, el Juzgado Federal de Río Cuarto avanza en la investigación que podría encontrar nexos entre los dos casos.
En el mega procedimiento que incluyó la terminal de òmnibus y viviendas de Holmberg donde residían los gendarmes, se secuestraron 2 kilos 100 gramos de cocaína e importante documentaciòn para la investigaciòn.
Larga secuencia
Los antecedentes de la participación de fuerzas policiales de Río Cuarto y la región en episodios vinculados con drogas tuvo en vilo a la sociedad en los últimos años y ahora sumó otro grave capítulo con la imputación al ex jefe de Drogas Peligrosas de Río Cuarto y ex sub jefe de la Unidad Departamental, Leonardo Hein.
Según precisó la doctora Lucía Storani, Hein aparece acusado de encubrimiento, incumplimiento de deberes de funcionario públicos y trafico de influencias. Esta mañana fue indagado y permanecerá en libertad.
La funcionaria judicial precisó que, hasta el momento, no existen vínculos entre Hein y la causa de los «narcogendarmes» -tal como confirmaron los abogados defensores de los imputados a TD Digital-, sino que fue vinculado al caso por el secuestro de drogas en Lomas de Zamora a través de escuchas telefónicas con uno de los imputados.
Fiesta de drogas y alcohol
En agosto, la Cámara del Crimen impuso penas leves y excarcelables para los oficiales José Auce y Oscar Gutiérrez, en un juicio abreviado por el escándalo de la Alcaidía. Se trató de una fiesta de droga y alcohol en las celdas que provocó graves secuelas en una detenida que fue derivada de urgencia al Hospital.
De la investigación del fiscal se desprende que Auce habría sustraido del consultorio médico de la Policía una cantidad no determinada de psicofármacos (Clonazepan 2mg y Alprazolam) para ser comercializados con detenidos bajo prescripción médica.
“Se les habría entregado a varias personas de sexo masculino arrestados en la celda 13 (entre ellos a un sujeto apodado “lechón delgado” y otro llamado “jorobado”) a cambio de 50 pesos por el alcohol y de 30 pesos por las pastillas”, indicó.
Añadió que “se mezclaban los medicamentos con alcohol, agua y jugo de naranja”.
Auce habría entregado, además, a 3 mujeres 14 pastillas. Una de ellas debió ser hospitalizada por la ingesta excesiva de los psicofármacos. A dos de las mujeres les exigió canjear la droga por besos.
Drogas en la pickup
En otro episodio sorprendente, la Policía Federal allanó la comisaría de Bimaco donde descansaba una camioneta secuestrada tras un sospechoso vuelco en la ruta A005 y que escondía 140 kilos de marihuana.
El fiscal federal Guillermo Lega confía en que se pueda determinar en el corto plazo la identidad del conductor que abandonó la unidad para huir sobre calle Perón. En un principio, los investigadores pensaban que se trataba de un rodado sustraído aunque un llamado anónimo a la Policía Federal advirtió que en la camioneta había droga.
Lega ordenó un operativo que derivó en el sorprendente hallazgo y las pericias posteriores determinaron dos datos clave: no había denuncias de robo por la camioneta y la documentación secuestrada no habría sido adulterada.
En la cárcel
Guardiacárceles también estuvieron vinculados en un escándalo por drogas, cuando un efectivo denunció el comercio en el interior del penal de Río Cuarto. El denunciante fue cesanteado y la investigación nunca logró los avances esperados.
Las manifestaciones del trabajador de la cárcel local al periodista Guillermo Geremía ratificaron con exhaustivos detalles las sospechas sobre el ingreso y distribución de narcóticos en los pabellones del viejo edificio.
Delivery de drogas
En los tribunales de Río Cuarto se desarrolla el juicio a Antonio y Jacinto Frangie, dos hermanos acusados por comercialización de drogas «en un delivery para amigos». Jacinto es un ex sargento de la Unidad Departamental y sería el cabecilla y organizador de la banda.
El fiscal Walter Guzmán precisó que «del análisis en su conjunto de la prueba» se probó que Jacinto Frangie y su pareja Marina Mansilla, «vendían sustancias ilícitas».
La situación «fue debidamente acreditada luego de varios meses de tareas investigativas relacionadas con seguimientos de los sospechosos y escuchas telefónicas de las líneas utilizadas por los prevenidos».
También consideró probado que «Jacinto Frangie y Marina Mansilla, con el objeto de no ser descubiertos en la actividad ilícita que llevaban a cabo, se proveían de poca cantidad de sustancia tóxica y cuando se quedaban sin stock nuevamente se abastecían».
«Asimismo, se determinó que los compradores de sustancia estupefacientes eran un “círculo cerrado de personas”», expresó.