Según informó el diario El Patagónico, al ver que no se encontraba en buen estado, Tobías, Paulina, Joaquín, Agustín, Julieta, Macarena, acompañados de Fabiana y Paola, decidieron ayudar al lobito para que pueda volver al mar.
Los nenes, ansiosos por salvar al mamífero, comenzaron a cargar agua en bidones y botellas de gaseosa, y corrían sin perder tiempo para poder mojarlo, esperando que el lobo se recupere.
Después de dos horas de un intenso trabajo en equipo, los pequeños lograron ver que se movía hacia el mar, donde finalmente se sumergió. «El lobo marino fue bautizado con el nombre de Ela, ya que ellos creen que era nena», relató Paola.