Detienen a dos comisarios por el robo de armas en Jefatura de Córdoba

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La investigación por la desaparición de 67 pistolas Bersa Thunder 9 milímetros de un depósito de la Policía de Córdoba derivó en la detención de dos comisarios de la fuerza y el alejamiento de otros 17 efectivos más.
El jefe de la división Armamentos y Equipos, comisario Sebastián Vaca, y el jefe de la división Exposiciones por Extravío, subcomisario Guillermo Gasser Carrillo, fueron aprehendidos en las últimas horas por el presunto delito de «peculado de bienes».
Según informa el sitio CBA24N, anoche el fiscal Anticorrupción Hugo Amayusco, llevó a cabo un allanamiento en la planta baja de la Jefatura de Policía y secuestró material vinculado a la causa. El fiscal general de la Provincia, Alejandro Moyano, aseguró que el robo de las armas está comprobado.
«El fiscal Amayusco tomó la causa en horas del mediodía. Ya a la tarde estaba realizando allanamientos y otras medidas probatorias y de coerción como la detención del comisario Sebastián Vaca y el subcomisario Guillermo Carrillo», indicó el fiscal general al Periodístico de FM Nuestra Radio.
Moyano explicó que interviene Amayusco porque el delito de peculado de bienes está previsto en el capítulo de Malversación de caudales públicos, materia de investigación de los delitos anticorrupción.
«Tiene una pena mayor que un robo. Se sanciona al funcionario público que sustrajere efectos que estaba administrando y que tenía que resguardar por el cargo que tenía», precisó, y agregó que será materia de investigación si el Jefe de Policía tenía o no conocimientos del hecho.
Una denuncia periodística dio lugar a una investigación administrativa y judicial que derivó en la constancia de un faltante de armas en la Jefatura.
Según los primeros trascendidos, en mayo de este año se constató la desaparición de 50 pistolas Pietro Beretta, calibre 9 milímetros, que habrían sido sustraídas de los Distritos IV y V del Comando de Acción Preventiva (CAP) que funcionaban en barrio Ampliación Cerveceros.
Por protocolo, la desaparición debería haber sido judicializada. Sin embargo, en el interior de la fuerza se habría acordado esconder el hecho para que no saliera a los medios. El acuerdo entre comisarios habría apuntado a hacer exposiciones de «extravío» de armas para «blanquear el faltante».
La noticia en los medios provocó la intervención de las autoridades policiales, la investigación del Tribunal de Conducta Policial y la presentación de dos denuncias judiciales, una provincial y una federal.
Recién entonces, el titular de la fuerza, el comisario general Julio César Suárez, admitió la desaparición de armas. Se trataría de 67 pistolas Bersa Thunder 9 milímetros -en un primer momento se había dicho que eran cincuenta, de otro modelo- que habrían sido robadas directamente del depósito de Armamentos y Equipos de la Jefatura Policial. (Ver: La Policía admite faltante de armas y separa a 17 efectivos)

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