Scioli dijo que De la Sota «es la vieja política» y el gobernador le respondió: «en la última etapa del kirchnerismo se mató la cultura del trabajo»
El candidato presidencial por el Frente para la Victoria Daniel Scioli, sostuvo hoy en Córdoba que el gobernador José Manuel De la Sota “es parte de la vieja política”, al tiempo que ratificó que si llega a ser elegido tendrá buena relación con el próximo mandatario provincial, Juan Schiaretti.
“De la Sota me critica porque tiene celos de que me llevo bien con Schiaretti. De la Sota es parte de la vieja política “, dijo Scioli durante su última visita a Córdoba antes de las elecciones del domingo, en declaraciones publicadas por La Voz del Interior.
El candidato kirchnerista volvió a remarcar que en caso de ser elegido mantendrá una buena relación con Schiaretti: “Nos vamos a llevar muy bien y vamos a resolver con diálogo todos los temas pendientes”, dijo.
Scioli brindó esta tarde una conferencia de prensa en el Orfeo Suites, donde mantuvo también reuniones con dirigentes, deportistas y gremialistas.
“De la Sota está enojado porque perdió la interna con Sergio Massa. Aprendí que en política no se construye desde el enojo”, dijo.
«Se mató la cultura del trabajo»
Por su parte, el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, aseguró hoy que «en la última etapa del kirchnerismo se mató la cultura del trabajo» y definió a la Argentina como «un país pobre con subsidios».
De la Sota criticó las políticas sociales del Gobierno y aseveró: «En la última etapa del kirchnerismo se mató la cultura del trabajo. Yo no he visto a nadie que sea feliz con un plan. Nadie que pueda hacer progresar a su familia con un plan. Hay que ponerse a trabajar. Hay que comprar millones de escobas. Millones de picos y palas».
A su vez, el gobernador y eventual jefe de Gabinete de en caso de que Sergio Massa (UNA) sea electo presidente, manifestó según un comunicado de prensa: «La Argentina era un país pobre con trabajadores desempleados. Hoy, la Argentina es un país pobre con subsidios. Los planes no son un avance, son resignación. Los planes sociales sirvieron en el momento de mayor crisis, pero hoy ya tendrían que haberse transformado en capacitación laboral y trabajo».