Una joven odontóloga de Santa Rosa de Calamuchita vivió un extraño episodio ayer en su consultorio y lo adjudicó al presunto uso de la droga escopolamina, vulgarmente conocida como “burundanga”, que le habría aplicado el hijo de una paciente.
Según informa el diario La Voz del Interior, Laura Hormaeche (27), relató que, a eso de las 18, se encontraba en su consultorio cuando ingresó una mujer junto a su hijo adolescente, a quienes nunca había visto.
La profesional contó que esta persona le ofreció perfumes a mitad de precio, pero que ella no aceptó comprar. De inmediato, le pidió con insistencia que la revisara porque padecía un malestar en una muela. Mientras la atendía, dialogaba con el joven que estaba en la sala de esperas y con la puerta divisoria entreabierta.
Burundanga
Es una droga altamente tóxica, proveniente de plantas de la familia de las solanáceas, principalmente del Cacao Sabanero, la Datura y la Mandrágora. Científicamente se la conoce como Escopolamina, aunque es con el nombre de Burundanga que toma reconocimiento mediático. Este pseudónimo se debe a un término popular utilizado por las brujas en ritos precolombinos a la hora de nombrar un brebaje con fines no muy curativos. Otro término con el que se la conoce es Hioscina, proveniente de la literatura científica, y hace referencia a «a hierba loca».