El satélite geoestacionario argentino Arsat 2 fue lanzado a las 17.29 al espacio a bordo de un cohete Arianne 5 francés desde la base de Kourou, en la Guayana Francesa.
El dispositivo facilitará los servicios de televisión, acceso a internet y transmisiones de telefonía IP.
Este satélite de comunicaciones geoestacionario fue elaborado en la ciudad de Bariloche por la compañía rionegrina Invap, y para su desarrollo fue necesaria una inversión de 250 millones de dólares. A diferencia de su antecesor, que contaba con una sola antena, el Arsat-2 tendrá tres antenas para distintas coberturas.
“Es un hito”
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sostuvo que “hitos como el lanzamiento del Arsat-2 son logros de una década de planificación”, a horas del lanzamiento del segundo satélite geoestacionario argentino desde el centro espacial de Guayana Francesa.
“Para mí este es un regalo de la vida que es posible por las políticas públicas impulsadas tanto por Néstor Kirchner como por Cristina Fernández de Kirchner. Hace unos días en la muestra ‘Defensa de la Industria’ yo decía que el 2006 fue un año importantísimo para la ciencia y la tecnología aplicadas en Argentina porque se lanzaron el plan nuclear, el plan de recuperación de las órbitas satelitales, y el renacimiento de Fabricaciones Militares”, explicó el funcionario.
“Por eso estos son días de cumplimiento de hitos estratégicos trazados por Néstor Kirchner y consolidados por Cristina que siguiendo esas políticas no sólo concretó Arsat-1 y Arsat-2, sino también el plan de radares, la culminación de la central nuclear Atucha II-Néstor Kirchner, o la recuperación del sector de la industria de defensa que hace pocos días dio una gran muestra con la presentación del Pampa III”, destacó De Vido.
El funcionario subrayó que “no hay ciencia y tecnología aplicada en un país de economía emergente si no hay inversión pública que determine protagonismo del estado en áreas claves y estratégicas cómo el sector aeroespacial o la industria de la Defensa”.
“La creación de Arsat nace de la emergencia ante la retirada de Nahuelsat y la necesidad de cubrir las dos órbitas asignadas a nuestro país y que estaban al borde de perderse; hoy todos estamos orgullosos de que Argentina esté por poner en órbita su segundo satélite geoestacionario y que hoy además rubriquemos acuerdos para que el Arsat-3, que hoy está en desarrollo, sea lanzado en 2019”, anticipó.
De Vido indicó que “el plan satelital argentino va hasta el 2035 y en el sector energético estamos planificados hasta el 2025; eso habla a las claras de lo estratégicos que fueron los planteos de Néstor Kirchner en el 2006 en materia nuclear, en materia aeroespacial y en materia de industria de Defensa”.
“Vamos a tener una política muy agresiva de venta de servicios satelitales, especialmente en el marco de la transferencia tecnológica para que sean nuestros propios países hermanos de la región los que desarrollen procesos similares al argentino para cubrir sus órbitas con procesos tecnológicos hermanados y sinérgicos con los nuestros”, enfatizó.
El ministro señaló: “Pensamos en procesos de investigación que integren la inversión pública para el desarrollo de la ciencia y tecnología aplicada, que son los que necesita el país”.
“Arsat-2 costó más de 200 millones de dólares, y en materia satelital desde 2006 Argentina lleva invertidos cerca de 4.900 millones de dólares; sumados a los 15.000 millones invertidos hasta ahora en el plan nuclear, podemos señalar que este proyecto ya invirtió más de 20,000 millones en ciencia y tecnología aplicada”, detalló.
En ese sentido, subrayó que “todos esos fueron dólares invertidos en desarrollo soberano de la Argentina y que no venían de créditos tomados bajo las reglas del sistema internacional que generó un proceso de endeudamiento en muchos países”.
“No son muchos los países que pueden construir sus propios satélites o centrales nucleares, que dominan el ciclo completo del enriquecimiento del uranio o que tienen la capacidad de diseñar y fabricar radares o aviones; muchos de estos procesos tuvieron un fuerte impulso hace nueve año y hoy estamos viendo los frutos de políticas públicas sostenidas en el tiempo”, concluyó De Vido.