Abdulá Kurdi, padre del niño sirio encontrado ahogado en Turquía recibió ofertas de asilo en distintos países, que rechazó para quedarse junto a la tumba de su familia en la ciudad siria de Kobane.
«Si se me da ahora el mundo entero, “¿de qué me sirve?. Ya no tengo ni mujer ni hijos», manifestó en una entrevista concedida al diario «Le Journal du Dimanche» (JDD), en la que subrayó que el hecho de ser rechazados como refugiados de forma legal fue lo que provocó que emprendieran ese viaje clandestino.
La familia vivía en Damasco, pero el recrudecimiento del conflicto sirio les hizo partir primero a Alepo y posteriormente a Kobani y a Estambul, ciudad en la que contó que no les era posible vivir.