La realización de la American Champions League, que a partir de 2017 reemplazará a la actual y secular Copa Libertadores, comenzó a tomar cuerpo en los últimos días y dejó de ser un secreto a partir de la confirmación de los Estados Unidos como sede de la Copa América del Centenario que se desarrollará el año próximo.
Es que este torneo de selecciones iba a realizarse en Ecuador o Colombia después del «Fifagate», pero posteriormente la federación estadounidense dio marcha atrás y mucho tiene que ver en ello esta Champions League continental de la que tomarán parte 64 equipos de todos los países de América.
Por Argentina participarán, siempre según los análisis previos, un total de 10 equipos, entre los que estarán incluidos desde el arranque los «cinco grandes», mientras que la otra mitad tendrá que clasificarse.
También tendrá una decena de intervinientes Brasil, mientras que Estados Unidos y México contendrán cinco equipos cada uno, por lo que quedarán por determinar los restantes conjuntos de Norteamérica (Canadá), Centroamérica y Sudamérica.
El atractivo de esta competencia pasará por las millonarias cifras que se barajan para los clubes participantes, algo que por el interés que despertará, puede ir en detrimento de las competencias locales, ya que los distintos equipos tendrán además muchos y prolongados viajes en su haber, dado que el sistema de disputa podría abarcar todo el año, tal como ocurre con la Champions League europea.
El origen intelectual de esta competencia surge del lado de Uruguay y uno de sus principales impulsores es el empresario deportivo Francisco «Paco» Casal, que justamente tiene oficinas en la ciudad de Miami, donde supo trabajar poco tiempo atrás el hoy director deportivo de River Plate, su compatriota Enzo Francescoli.
Y justamente fue hoy un dirigente uruguayo, el presidente de Nacional, de Montevideo, Eduardo Ache, quien puso en consideración pública este proyecto en diálogo con la radio local Sport 890, al confirmar que el tema le fue planteado «hace unos quince días» por representantes de la empresa MP&Silva, del italiano Ricardo Silva, quien es socio inversor del exfutbolista Paolo Maldini.
«Es una excelente idea y el proyecto está avanzando, así que su implementación puede darse para 2017», anticipó el directivo del «Bolso».
«Habrá que coordinar con Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) y Concacaf (Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) para buscar un punto de equilibrio en la organización, porque en América del Norte está el mercado y en América Latina el producto, que es el prestigio de los clubes de fútbol», analizó.
Ache anunció que en noviembre próximo «se realizará una nueva reunión con los empresarios que van a organizar la competencia en la ciudad de Nueva York, para ir definiendo las distintas cuestiones», refrendando de esta manera que ya se realizaron encuentros de distintas autoridades para ir dándole forma al certamen.
Justamente uno de los temas a determinar es el destino de las Copas Libertadores y Sudamericana, que tendrán así dos obstáculos para realizarse: el primero la falta de calendario, y el segundo de interés, ya que pasarán a ser las segundas y terceras competencias en importancia del cono sur americano.